Por: Daniela Urrea Rojas
El incendio que se generó en el edificio Las Flores del Recreo, el pasado domingo, sigue generando desconsuelo no solo para las tres familias que perdieron a sus seres queridos, sino también para los cientos de personas que hoy salen de sus apartamentos con las manos repletas de bolsas y penas, en busca de un lugar donde refugiarse, luego de que la conflagración les quitara el espacio que por tanto tiempo fue su hogar.
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Jennifer Peña, una de las tantas personas afectadas por la tragedia, quien, junto a su esposo y sus dos hijos, se ha dedicado durante los días posteriores al incidente a sacar todas las cosas que el incendio no le arrebató.
“Aunque los daños materiales no fueron mayores, mi familia enfrenta un drama que supera lo económico. Nuestro estado de ánimo está decaído y estamos a la espera que todo se resuelva”, dijo.
Comentó que la tragedia no fue mayor gracias a que se encontraban en el piso 11 –último del edificio–; sin embargo, su mascota se encuentra en estado crítico, a la espera de un milagro.
“Tiene los pulmones bastante comprometidos por todo el humo que inhaló, está con oxígeno permanente, no come ni se levanta”.
El angustioso momento
Otra de las historias que conoció EL HERALDO fue la de Ana Lucía Figueroa, propietaria de un apartamento en el quinto piso de la torre B –una de las más afectadas–, quien relató los angustiosos momentos que enfrentó junto a su esposo y sus dos pequeñas hijas al tratar de salir luego de percatarse de las llamas.
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“Fue una cosa terrible, porque ya a partir del quinto piso no se podía respirar, había mucho humo, no podíamos ver. Desde el parqueadero subió un fogaje bien grande, entonces ya nos daba miedo tocar las barandas, porque mucha gente de la torre A se quemó al intentar agarrarse para bajar”.
Cabe recordar que la torre A fue la que más sufrió daños estructurales y, por consiguiente, donde más heridos se registraron.
“Fue horrible, yo me quería regresar y encerrarme en el apartamento. Afortunadamente, mi esposo no lo permitió. Él cogió a mi hija mayor y a mi hija menor y las cargó, obligándome a bajar, y cuando logramos ver la salida fue como ver a Dios”, añadió Ana Lucía, recordando el momento de desesperación que vivió su familia.
Su caso, asegura, es de los menos críticos, pues, fuera de la incomodidad que puede generar el traslado y el hollín que se apoderó de la totalidad de su residencia, su familia está a salvo y su inmueble sin pérdida alguna.
De esta manera, a pesar de que cada historia de tragedia fue vivida de diferente manera, algo en lo que la mayoría de residentes coincidió es en la escasa o nula información y preparación que recibieron por parte del edificio a pesar de llevar muchos años viviendo allí. Algunos, incluso con más de una década de residencia en el conjunto, afirmaron que jamás se les indicó cómo actuar durante una emergencia.
Esta omisión, que en circunstancias normales podría pasar desapercibida, hoy resalta como una falla crítica.
En últimos informes
La Oficina de Gestión del Riesgo, luego de realizar el acompañamiento asistencial y la evaluación pertinente, notificó este miércoles, mediante un oficio, a la administración del edificio que deben realizar evaluaciones con ensayos y revisión de estructuras, para lograr establecer la habitabilidad del edificio para los residentes.
A partir del resultado que se obtenga, se deberá notificar a las entidades prestadoras de servicios públicos para que estas pasen a realizar su debida intervención y se llegue a la conclusión de si es pertinente o no que se haga la reconexión de servicios por las redes y diferentes circuitos, para que así los habitantes puedan regresar a sus hogares.
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De esta manera, se está a la espera de que los análisis permitan determinar las posibles salidas a la situación de los propietarios y residentes del edificio.
Además de marcar un precedente para la resolución de futuros casos similares en la ciudad.
Este es el estado de salud de las víctimas
Carlos Cervantes, secretario de Salud encargado del distrito, dio a conocer en edeclaración pública que el total de pacientes atendidos ascendió a 63 el día de la emergencia, de los cuales actualmente se encuentran 25 hospitalizados y 12 de ellos están en Unidad de Cuidados Intensivos.
“La mayoría de los pacientes atendidos presentaron síntomas por inhalación de humo y gases tóxicos. Ese humo tiene la particularidad de adherirse al parénquima pulmonar, lo que causa dificultad respiratoria. Por eso, incluso después de controlada la emergencia, durante el día seguimos recibiendo pacientes en urgencias, ya que empezaron a presentar síntomas por el humo aspirado”.
Aseguró que el sistema de emergencias del Distrito se empleó a fondo para que todos los pacientes fueran evacuados en ambulancia y se ofreció la disponibilidad de camas requeridas para la emergencia en su momento.