Las intensas lluvias presentadas en la región Caribe en las últimas semanas han causado inundaciones en el corregimiento de Palermo, jurisdicción de Sitio Nuevo, Magdalena.
Las casas de los barrios El Progreso, Divina Luz y Villa Clarín son los más afectados y sus habitantes dicen sentirse 'abandonados desde hace años' por la administración municipal.
'Estamos con el agua hasta el cuello', dice Francisca Rentería mirando hacia el patio de su casa inundado por los aguaceros que han caído en el corregimiento, ubicado junto al Puente Pumarejo, cruzando desde Barranquilla.
En compañía de su hija, cuentan que cada vez que empieza el invierno las calles se convierten en un 'barrial' y las esquinas en nidos de mosquitos. 'Todos los años es lo mismo, estamos olvidados, viviendo con ratas, cucarachas y culebras'.
Rentería agrega que hace dos noches una serpiente intentó ingresar a la casa por debajo de la puerta, pero la ahuyentaron rápidamente. 'Gracias a Dios no nos mordió, pero hace dos días al hijo de una vecina sí', expresa la madre. Acto seguido señala las camas y manifiesta que 'la peor sensación que puede uno sentir es llegar cansada y encontrar el colchón mojado'.
Ómar Bobadilla, otro habitante del pueblo ribereño al Magdalena, exclama que las ayudas brindadas por el Estado 'no han servido de mucho', pues cada vez que llueve las inundaciones son peores. 'El agua está estancada y ya tiene verdín, no tiene para donde salir. Solo tenemos una motobomba que no alcanza para nada', asegura. Su preocupación –al igual que la de muchas familias de Palermo– es que sus hijos se enfermen de dengue, zika, chikinguña, transmitidas por el mosquito aedes aegypti, o sufran afectaciones en la piel. 'No hay agua potable, los niños sufren de diarrea, vómitos y gripa', asegura Bobadilla.
En la mañana de ayer, alrededor de 50 habitantes manifestaron su descontento con la administración municipal e indicaron que de no entregar soluciones lo más pronto, saldrán a la carretera Barranquilla – Ciénaga a protestar.
José Manuel Gómez Meléndez, alcalde de Sitionuevo, dice que no es ajeno a los problemas que viven en Palermo y los exhortó a tener paciencia, pues, asegura, 'estamos haciendo las gestiones para trabajar en pos de acciones que, por lo menos, alivien la calamidad'.
Manifiesta que las vías de hecho 'no conducen a nada bueno', por lo que pidió a la comunidad esperar. 'El gobierno municipal está trabajando en procura de solucionar los problemas'.
Gómez señala que desde la arremetida del huracán Matthew a la fecha han entregado 1.200 mercados a las familias afectadas, pero dijo ser consciente de que se requieren muchos más.
'Hemos gestionado también unas motobombas para evacuar el agua estancada; ya tenemos 4 y 2 carrotanques, pero estamos diligenciando otras con empresas como Coremar', anota.
El Alcalde anuncia que 'en los próximos tres días realizaremos brigadas de salud, con atención a toda la población'. El censo de damnificados en Sitionuevo desde el coletazo de Matthew es de 1.000 familias.
Gómez Meléndez les hizo saber a los pobladores que el hecho de que no lo vean metido en el corregimiento 'no quiere decir que no esté trabajando en pos de mejorar la situación ambiental y social que hoy tienen'.