Los viajeros deben estar atentos a todo lo que sucede a su alrededor, ya que el cansancio, el estrés, la ansiedad, la distracción o el desconocimiento puede jugarles una mala pasada, en especial en los aeropuertos.
En estos lugares de transporte aéreo hay miles de personas que viajan a diario, tumultos de gente que se dirigen a diversos lugares y en muchas de las veces no hay un control adecuado por parte de las autoridades.
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Y es allí en ese momento, donde los estafadores aprovechan la vulnerabilidad de los usuarios para cometer sus fechorías, acercárseles para realizarles el check-in o ayudarles supuestamente a abordar un vuelo o pasar controles de seguridad.
Entre las alertas de estafa se destaca el wifi público falso, pues los ladrones crean redes de internet no seguras, que aparentemente son oficiales del aeropuerto como ‘wifi aeropuerto’ o ‘aeropuerto gratis’; y cuando los viajeros se conectan, los estafadores acceden a su información personal y contraseñas.
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De igual manera, es común que los estafadores se presenten como personal de asistencia del aeropuerto e indiquen que el viajero tiene sobrepeso en su equipaje cobrándoles un valor adicional, bajo el famoso “exceso de equipaje”, por lo que se recomienda verificar antes en las balanzas de cada aerolínea el peso de las maletas.
Asimismo, los viajeros deben estar alerta a los taxis no oficiales, ya que conductores no autorizados se acercan a los pasajeros ofreciéndoles rutas con un valor excesivo, o incluso robarlos en el camino.
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Lo mismo ocurre con el cambio de divisas, los estafadores entregan billetes falsos a los viajeros luego de ofrecerles un cambio favorable, aprovechándose que las casas de cambio del aeropuerto, por lo general, tienen tasas altas.
Todo esto se puede evitar con previo conocimiento, y acercándose al personal oficial del aeropuerto ante cualquier inquietud, directamente con empleados de las aerolíneas o de vigilancia.