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Dámaso había estado en la plaza con sus amigos. Absortos en su conversación sobre el campeonato de béisbol, entraron a cine sin habérselo propuesto. Allí, un joven de 38 años, cejas gruesas y verruga en el lado derecho de la cara, cobraba las entradas para una película de Cantinflas.

Era 1965 y Gabriel García Marquez ya no era el niño al que su abuelo alentaba para que expusiera ante su familia el filme que acababan de ver en el Olympia, el pequeño teatro de don Antonio Daconte, en Aracataca, Magdalena. Entonces, incursionaba como actor en la adaptación de su cuento En este pueblo no hay ladrones, que hace parte de la colección Los funerales de la mamá grande.

Los escritores Juan Rulfo y Carlos Monsiváis y el director de cine Luis Buñuel también aparecieron en la proyección del infierno que sufre un pequeño pueblo por la misteriosa pérdida de unas bolas de billar, robadas por el personaje de ficción Dámaso.

La vida del hombre que afirmó: 'Después de escribir, lo mío es el cine' llega por primera vez a la televisión en formato no documental, a cargo del cineasta colombiano Sergio Cabrera, el productor de contenidos Hugo León Ferrer y las productoras independientes Cristina Villar Rosa y Catalina Figueroa García-Herrero. El proyecto, que se prevé para mediados de abril, es el resultado de una investigación que ha reunido a estudiosos y amigos personales del Premio Nobel de Literatura.