La legendaria actriz de Hollywood Zsa Zsa Gabor murió este domingo a los 99 años de edad en su mansión de Bel Air (Los Ángeles, EE.UU.), tras sufrir un infarto, según precisó la web dedicada a los famosos TMZ.
Gabor, nacida en Hungría en 1917 y que en febrero de 2017 llegaría a los 100 años, sufrió varios problemas de salud en sus últimos años: en 2002 sufrió un accidente de tráfico que la dejó postrada en una silla de ruedas y en 2005 tuvo un embolia.
Además, sufrió la amputación de una pierna y en 2010 se rompió la cadera, pero se mantuvo aferrada a la vida.
'Famosa por ser famosa', como se la llegó a definir, en sus 60 años de carrera tuvo tiempo para casarse nueve veces y desatar escándalos que la convirtieron en una habitual de las portadas de la prensa rosa en todo el mundo.
Inclinada hacia los hombres ricos o galanes como Frank Sinatra o Howard Hughes sus romances fueron más sonados que sus apariciones en el cine o la pequeña pantalla.
Su primer gran éxito en el cine fue 'Moulin Rouge' (1952), de John Houston, donde interpretaba a una modelo del pintor Toulouse Lautrec.
Su origen extranjero no fue obstáculo para fabricar su carisma e hizo famoso su 'querido' con un fuerte acento porque, como ella misma decía, 'no me acordaba del nombre de nadie'.
'Lili' (1953), 'La Chica del Kremlin' (1957) o 'Touch of Evil' (1958) fueron algunos de sus otros éxitos de taquilla.
Gabor también se hizo un nombre en la pequeña pantalla con sus apariciones en 'Bonanza', 'Batman' o 'As the World Turns'.
En 1983 tendría lugar su matrimonio más fugaz, con el mexicano Felipe de Alba, que duró tan sólo una semana y que acabó en anulación entre múltiples reproches e insultos mutuos que hicieron las delicias de la prensa amarilla.
Su matrimonio más duradero fue el último, con el misterioso príncipe alemán Frederick von Anhalt, del que se rumoreaba que había estado al menos quince veces en cuitas judiciales. Ambos contrajeron matrimonio en 1986 y siguieron casados hasta la muerte de la actriz.
En cuanto a citaciones judiciales, Gabor emuló al menos en una ocasión los rumores sobre su marido. En 1989 abofeteó a un policía estadounidense que le había dado el alto por exceso de velocidad en las afueras de Los Ángeles.
La actriz, que conducía con el permiso caducado y llevaba una botella de whisky abierta en la guantera, fue condenada a tres días de prisión y 120 hora de trabajo comunitario.
En 1992 publicó sus memorias, 'Una vida no es suficiente', con jugosas revelaciones sobre sus maridos y amantes.
Mordaz y siempre dispuesta a burlarse de sí misma, suyas son frases como 'querido, éstos son sólo mis diamantes de trabajo' o 'nunca he odiado a un hombre lo suficiente como para devolverle sus joyas'.