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Una joven empieza una relación con quien empezó a cortejarla hace algún tiempo. Juntos deciden planificar para llevar un vida sexual sin riesgos de embarazo, por lo cual consultan con un especialista sobre los diferentes métodos anticonceptivos. Existen muchas opciones, y con ellas, un sinnúmero de mitos sobre los efectos secundarios que ocasionan que las personas prefieran no usar ninguno.

Este es uno de los obstáculos que se pueden presentar al intentar planificar, según los expertos, pero cada vez se amplía más la amalgama de opciones que ayudan a llevar un vida sexual responsable.

La medicina ha conseguido para la humanidad diferentes opciones para que hombres y mujeres se protejan durante las relaciones íntimas, tanto de embarazos no deseados como de enfermedades de transmisión sexual, y aún esta ciencia sigue en la búsqueda de otras alternativas y de nuevos avances para obtener la forma más segura y más cómoda para prevenir durante el coito.

Avances prometedores. Entre esos avances se puede hablar de un prometedor anticonceptivo masculino, un gel inyectable que, según un estudio realizado por científicos de la Universidad de Illinois, en Chicago, y que fue publicado por la revista Basic and Clinical Andrology esta semana, ha demostrado su eficacia en conejos y pronto lo hará en humanos.

Los investigadores estadounidenses inyectaron el gel nombrado como Vasalgel, un compuesto de ácido o anhídrido estireno maleico, disuelto en dimetilsulfóxido.

En una prueba con 12 conejos, los científicos obtuvieron resultados positivos. Once de ellos presentaron azoospermia –inexistencia de espermatozoides en el semen– después de que se les inyectara el gel y no volvieron a producir espermatozoides hasta 29 días después. El estudio también revela que el efecto anticonceptivo se mantuvo durante los 12 meses que duró la prueba.

Teniendo en cuenta estos resultados exitosos, los científicos informaron que a finales de este año se iniciará el primer ensayo clínico con hombres gracias a la Fundación Parsemus, entidad sin ánimo de lucro con sede en Berkeley (EE.UU.).

Según el urólogo y sexólogo Emiliano Morillo, durante la historia de la medicina siempre se ha tratado de buscar un método anticonceptivo masculino y, por esta razón, se pretende hallar medicamentos que puedan detener la producción de espermatozoides, de manera que el hombre esté tranquilo cuando tenga su relación sexual.

'No se conocen otros métodos anticonceptivos masculinos que sean más eficaces de lo que hasta hoy hay el mercado, que son los preservativos y el coito interrumpido', asegura el especialista.

Inyecciones...

Por esto, el urólogo piensa que este estudio es uno más de los tantos que se han realizado para encontrar una medida, gel o sustancia, que pueda ser inyectada para que actúe única y exclusivamente en lo que se trata de la producción de la célula reproductora masculina. 'Es importante saber que ya el estudio de animales está presentando conclusiones positivas. Ahora hay que ver cuánto se tarda en restaurar la producción de los espermas', resalta Morillo.

El médico asegura que, para comprobar que de verdad no se produzcan los espermatozoides, faltan muchos años de estudio. 'Lo que sí existen son medicamentos que bloquean la producción hormonal que da como resultado la no producción de espermas', cuenta.

anillo ‘anti-VIH’. En cuanto a los métodos de protección de infecciones, se comprobó que dos anillos vaginales, similares al método anticonceptivo blando y flexible que las mujeres introducen en su vagina, tienen la capacidad del 30% para disminuir la tasa de infecciones por el VIH.

En los ensayos, que fueron presentados la semana pasada en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (Croi), que se celebró en Boston, el dispositivo, después de haber sido insertado en la parte íntima de la mujer, libera un antiviral llamado dapivirina –que actúa justo en el momento en que la mujer tiene una relación sexual sin ningún tipo de protección– y que el VIH que le puede transmitir el hombre se encuentra con la sustancia y esta impide la transmisión.

Los ensayos, el primero llamado The Ring Study, financiado por el Grupo Internacional para Microbicidas y, el otro, Aspire, financiado por la Red de Ensayos en Microbicidas, han sido publicados en New England Journal of Medicine.

Según el estudio, la protección llega al 50% en algunos grupos de mujeres y, aunque la cifra de protección es baja, Jared Baeten, firmante de los ensayos, asegura que 'las mujeres necesitan estrategias efectivas que reduzcan su riesgo de contraer el VIH, y el anillo puede ser una de ellas'.

Hablan los expertos

De acuerdo con Baeten está la ginecóloga Claudia Herrera, quien afirma que este método le daría autonomía o independencia a la mujer, ya que no dependería del hombre para protegerse. Sin embargo, piensa que por la baja protección que tiene sería mejor seguir usando el preservativo.

Por su parte, la ginecobstetra Susy Manotas anota que, si el anillo es igual que el que es usado como anticonceptivo, no brinda la protección necesaria al cuello del útero. 'Este anillo es un círculo con todo el centro vacío, es decir que el cuello del útero queda completamente expuesto al VIH', explica la especialista, y agrega que solo el condón es lo que genera plena seguridad al contagio sexual.

Los especialistas en los aparatos reproductores del ser humano consideran que cada día la medicina seguirá explorando qué nuevos medicamentos, sustancias, métodos, entre otros, puedan propiciar la vida sexual del hombre y la mujer para que cada vez bajen las cifras que contagio de enfermedades de transmisión sexual y de embarazos no deseados.

Recomendaciones para escoger un método anticonceptivo

Según el ginecólogo Carlos Julio Ferreyra, para las mujeres jóvenes lo mejor es usar las pastillas anticonceptivas, ya que explica que los efectos secundarios no son tan indeseables que los de las otras aplicaciones. En segundo lugar, recomienda las inyecciones; como tercera medida, el implante subdérmico, y por último, los anillos.

El especialista también advierte que no se puede confiar en las pastillas del día después, ya que algunas pueden ser efectivas, pero otras pueden perder la eficacia. 'Esto pasa porque son componentes químicos, por eso hay que tener cuidado con la preservación del producto', dijo.

Agregó que esto también pasa con las inyecciones, pues 'pierden calidad y las mujeres quedan embarazas aún tomando las pastillas o recibiendo la inyección'.

Por su parte, la ginecobstetra Susy Manotas no apoya las inyecciones como anticonceptivo ya que, en su opinión, producen irregularidades en el ciclo menstrual y aumentan de peso.

Los métodos que más recomienda son los intrauterinos, escogiendo el adecuado dependiendo de si la mujer ha tenido hijos o no. Estos pueden durar de tres a cinco años.

La especialista también recomienda las pastillas anticonceptivas, teniendo en cuenta que existen diferentes tipos y efectos secundarios para cada cuerpo. Explica que algunas cuentan con productos que eliminan el acné, otros que adelgazan y finalmente otros que hacen subir de peso.