Carros a motor, niños dormidos en coches y un pequeño que baila con una prótesis marcaron el tradicional desfile del Carnaval de los Niños, que arrancó cerca de las 11:25 a.m. de este domingo.
La sirena del camión de bomberos y una bandera de Colombia, de aproximadamente 26 metros de largo, dieron inicio al recorrido, que tuvo como punto de encuentro la carrera 53 con calle 70.
'Mami, ¡ya empezó!', gritó Camilo Bayuelo, niño asistente al evento, quien se encontraba con su hermanito y sus padres en primera fila para disfrutar de la gran jornada infantil. '¡Hola!, ¡hola!', saludaba el niño, mientras desfilaban las primeras comparsas que aparecían frente a Gran Centro.
Pequeñas pilanderas, cumbiamberas, monocucos, garabatos, farotas y marimondas se paseaban sobre la 53, demostrando sus fortalezas en el baile y la habilidad de sonreír, a pesar del sol y el calor del mediodía.
Niños entre los dos y tres años manejaban con precaución los carritos a motor, mientras que detrás de ellos se acercaba la danza del Garabatico de la 8.
Antonella Barrios y Ronaldo Sandoval, reyes del Carnaval de los Niños, lucieron en el desfile los trajes de su coronación, y desde su carroza llamada ‘Suena Marimonda’, que combianaba con sus vestidos, engalanaron la celebración más grande del público infantil.
Totó La Momposina también hizo parte de la tradicional fiesta. Desfiló junto a los chicos del proceso Voz Infantil-Hola Juventud.
En la celebración estuvo presente el rey Momo Lisandro Polo, quien recibió su corona el sábado, y acompañó a los reyes infantiles en su Carnaval y contagió a los barranquilleros con su alegría.
Marcela García Caballero, reina del Carnaval, no se quedó atrás. Sorprendió al público con un enterizo de animal print y un gran tocado de tigre. Los niños y jóvenes se acercaron a las barandas para saludar a la soberana y tomarse fotos con ella.
Durante el desfile, los coches fueron el accesorio más importante para los niños que se cansaban y los que se quedaban dormidos.
Familia, coches y carritos
El desfile de los niños es un espacio para disfrutar en familia. Sin duda quedó demostrado al observarse la participación de Gisela, una mujer vestida de monocuco que cargaba en sus brazos a su hija, una pequeña cumbiamberita. Además, estaba acompañada por su esposo y su madre, que disfrazados del mismo personaje llevaban un coche para acostar a la bebé cuando se durmiera.
El coche de la cumbiamberita no fue el único durante el recorrido. Más de 20 fueron vistos en el desfile. Unos llevaban bebés que aún no saben caminar. Otros, pequeños que se encontraban dormidos y algunos a los que el cansancio en sus piernas les impidió seguir bailando.
'Compa, entregue las llaves', dijo entre risas un hombre que observaba el desfile, al notar que un cumbiamberito, de aproximadamente dos años, ‘conducía’ dormido un carro blanco. Luego, al darse cuenta su madre, esta despertó y el pequeño siguió su recorrido.
'Quién sabe a qué hora habrán despertado al pobre niño', comentó una de las asistentes al desfile.
Pero ni este desprevenido conductor ni nada más pudo detener el desfile. Ni siquiera cuando pasaba la Cumbiamba El Antojo, y una de sus bailarinas tropezó y cayó al suelo. Afortunadamente, con la misma alegría con la que inició el desfile, se levantó, acomodó su tocado y siguió bailando para el público.
Ejemplo carnavalero
Una gran sorpresa para el público barranquillero fue la participación de Juan José Díaz Herrera, un niño de 10 años que baila desde los cinco, a pesar de no tener su pierna derecha. Juan baila con su hermano mayor, Cley, en la danza Son de Negro Nueva Generación.
Durante el desfile, los temas más sonados fueron La pupileta, de Bazurto All Stars y Una cosa loca, de Twister.
En la jornada también hubo espacio para la moda. Los pantalones con detalles carnavaleros, las sandalias de marimondas y las camisetas marcadas con frases de La pupileta fueron de las más vistas.