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Lo que promete ser una intensa noche de pasión podría tornarse por la emoción desenfrenada en una larga madrugada en la sala de urgencias.

Le sucedió a un ingeniero eléctrico cartagenero de 50 años, que recuerda el traumatismo que sufrió durante una relación sexual. 'En un momento de desenfreno hicimos una mala postura y sentí un dolor intenso en el miembro, tan fuerte que tuve que ir de urgencia a la clínica', cuenta el profesional.

Al igual que él, hay parejas que piensan que la imaginación en la cama no debe tener límites. Para ellos mientras más posturas sexuales arriesgadas intenten hacer, mayores serán las posibilidades de obtener satisfacción. Pero, ¿qué sucede cuando la creatividad traspasa la frontera del peligro?

Un grupo de científicos brasileros investigaron por 13 años cuáles son las posturas sexuales más peligrosas, analizando 44 casos de fracturas de penes que ingresaron al área de urgencias de tres hospitales en Campinas-Brasil, durante ese tiempo.

El 70% de los hombres afectados, quienes tenían en promedio 34 años, coincidieron en que la ruptura de su miembro ocurrió luego de que su pareja se encontrara en la parte superior, controlando ella la velocidad y la fuerza del coito.

¡Cuidado con ellas!. El estudio demostró que algunas posturas sexuales representan un riesgo más alto que otras. Estas fueron establecidas según su impacto y afectación del nivel uno al tres, siendo el primero el más peligroso y el último el menos arriesgado de las tres posiciones.

La posición de ‘el ascensor’ es una de las más riesgosas de realizar. De no tener cuidado, la pareja podría terminar en el suelo con un importante golpe en la espalda, una fractura o el aplastamiento del miembro masculino.

'A la persona que se le ocurre cargar a su pareja está corriendo un gran riesgo porque la fuerza de ella irá en contra de su erección, lo que puede causar fracturas de los cuerpos cavernosos', explica el urólogo Emiliano Morillo.

En el puesto dos encontramos la postura llamada ‘la vaquera’, en la que el hombre se encuentra incapacitado para interrumpir a tiempo los movimientos de su pareja, quien tiene el total control y en un acto brusco podría terminar en fractura el miembro varonil.

La posición de ‘el perrito’ es la más común, pero por serlo permite el desenfreno sexual del hombre, quien controla a su pareja, pudiendo generar una penetración fallida que choca con los labios vaginales, causando algún tipo de lesión. 'Si el hombre en esta posición saca todo su miembro con la intensión de volver a introducirlo con rapidez, podría estrellarse con la parte exterior de la vagina con tanta fuerza que se generará el quiebre del cuerpo cavernoso', asegura el doctor Morillo.

Las lesiones. Aunque las fracturas mayores de pene son poco comunes, existen también las microfracturas y las lesiones en genitales, que suceden con mucha más frecuencia. Por ejemplo, la ruptura del prepucio, que produce fuerte dolor y un sangrado masivo. También las microfracturas que son difíciles de identificar por el placer del momento, pero que implican un gran riesgo para la vida sexual del hombre.

'Es probable que el hombre que sufra una lesión genital no lo note por mucho tiempo. Pero con el paso de los años su miembro empezará a tener una curvatura anormal en su proceso de erección, que impedirá la rigidez adecuada del pene y no podrá realizar la introducción vaginal. Indica la sexóloga Liliana Vásquez.

El cartagenero de 50 años con su experiencia al fracturarse su miembro, reafirma el relato de la doctora Vásquez, y agrega que no volvería a arriesgar tanto. 'Yo quedé traumatizado con mi caso. ‘La vaquera’ es peligrosa, y si hay que experimentar cosas en el sexo pero no tan arriesgadas', indica el ingeniero.  

Por su parte, Faudy Ruiz, un hombre de 25 años, asegura que pesar de que las posiciones sean arriesgadas, él y su pareja asumirán las consecuencias porque 'vale la pena innovar para no caer en la rutina'.

Asegura que a él le 'gusta experimentar muchas posturas porque eso mantiene viva la atracción. También mantiene la pasión activa para para disfrutar los dos (él y su pareja). La verdad estoy dispuesto a correr el riesgo', anota Ruiz.

También las féminas. Las mujeres pueden presentar lesiones genitales como las hemorragias, dolor en la vagina y traumatismos en el útero. La mayoría de estas son producto de penetraciones agresivas o de la falta de lubricación del canal vaginal.

Por ejemplo, cuando el miembro tiene un tamaño fuera de lo normal, al tratar de introducirse de forma agresiva en una vagina pequeña puede producir un trauma por los fuertes choques. 'Cuando paso algún tiempo sin tener sexo, volver a hacerlo me causa dolor. Supongo que es por el tamaño del miembro y la poca lubricación en el acto', cuenta Laura López, de 24 años.

Además, el clítoris también puede sufrir fracturas y afectaciones, ya que este se erecta al igual que el pene. 'Si tocamos la zona clitoriana durante el acto sexual, notaremos que él estará duro. Y si es mordido o recibe golpes fuertes, se puede fracturar', asegura el doctor Morillo.

Tome precauciones. Innovar en las posturas sexuales para reavivar el placer, es una de las recomendaciones más populares de los psicólogos.

Y aunque suena sencilla y excitante, tenga cuidado cuando busque saciar el deseo 'creativo', porque puede pasar de una cama a una camilla en el hospital.

'Hay que saber llevar la pasión porque una noche de amor desenfrenado puede acabar en un doloroso momento, que podría afectar futuras ocasiones cuando se esté con la pareja. Definitivamente no fue una noche existosa', dice finalmente en su relato el ingeniero electricista, quien prefirió no dar su nombre.