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El fenómeno de la fama instantánea en internet no es ajeno a los niños, como lo demuestra un grupo que se ha destacado por vestirse con las últimas tendencias de la moda.

De la mano de sus padres, estos pequeños fashionistas han conquistado a miles de internautas con sus looks elaborados y sus poses de modelos, y les hacen competencia a blogueros y entusiastas de la moda de mucha más edad que también comparten sus 'pintas' en las redes sociales.

Muchos de estos niños vienen de familias famosas, como Suri Cruise, hija de los actores Tom Cruise y Katie Holmes, que llenó la prensa cuando fue vista con pequeños tacones a la tierna edad de 3 años (hoy tiene 8). O Alia Wang, sobrina del diseñador Alexander Wang, que muchas veces lo acompaña a sus desfiles. Pero los hay famosos por sus propios méritos y atuendos.

El pequeño Alonso Mateo, de 6 años, es probablemente el más reconocido de todos ellos. Nacido en México y actualmente residente en Estados Unidos, tiene más de 400 mil seguidores en la cuenta de Instagram que comparte con su madre, la estilista Luisa Fernanda Espinosa (@luisafere).

Alonso Mateo viste marcas de lujo como Dior, Gucci, StellaMcCartney, Marc Jacobs y Dolce & Gabbana, y hace justicia a estas costosas prendas modelando para la cámara como todo un profesional.

Pero para vestir a un niño con estilo no se necesita tener un presupuesto estratosférico, según cuenta Tatiana Orozco Donado, barranquillera residente en Nueva York cuyo gusto por la moda es reflejado por sus dos hijos: Mauricio de 3 años y Mía de un año y medio.

'Cuando Mauricio nació yo salía a comprarle la ropa y me parecía tan aburrida la que había. Yo no quería vestirlo como se vestía todo el mundo, y comencé mezclar las cosas que conseguía en los almacenes de ropa de niños con prendas que fueran diferentes, zapatos chéveres o accesorios', cuenta esta diseñadora de modas y ama de casa de 30 años, casada con Daniel Mauricio Cáceres.

'Comencé a poner fotos de ellos en redes sociales, pero cuando llegué a Estados Unidos, hace un año, se creció, porque aquí hay de todo, y es más fácil y económico conseguir las cosas', explica Tatiana, añadiendo que existe un boom de niños fashionistas en internet.

Tanto así que ella le cambió el nombre a su cuenta personal, donde publicaba las fotos de Mauricio y Mía, y la puso pública hace unos tres meses. Hoy en día, @miamauricaceres tiene casi 1.500 seguidores.

Dice que los niños lo disfrutan, y que para ella eso es lo más importante, además de que se sientan cómodos y la ropa les permita 'seguir siendo niños'. 'A Mauricio le encanta. A veces me dice ‘¿y mi gorro dónde está? Quiero estos zapatos'. A Mía le gustan los cintillos, los accesorios, las orejitas de gato. Es un juego para ellos y yo no los obligo a nada; si ellos no quieren, perfecto'.

Una industria global. La industria de la moda infantil, al contrario de lo que muchos pudieran pensar, es casi tan dinámica como la de los adultos. 'Las tendencias son globales, por esta razón es común ver paletas de color, siluetas y estampaciones similares en el universo adulto y en la moda infantil', explica Diana Janna, directora creativa de Epk Colombia, marca que se ha posicionado como una de las más reconocidas en ese mercado por sus diseños modernos y constante novedad en sus colecciones.

Tan solo en el 2013, Epk tuvo un crecimiento del 27% con un total de 41 tiendas en todo el país, lo que demuestra el interés de los padres por las prendas que les ponen a sus hijos.

Y no es un asunto solo de Colombia. 'La globalización y conectividad permite a los niños y a sus padres estar al tanto de las últimas tendencias con mayor rapidez que en otros años. Esto ha permitido que sean conocedores exigentes, y a la hora de comprar una prenda esta debe tener un buen diseño, construcción y precio', añade Diana Janna.

Impacto en los niños. Esta convergencia de elementos ha llevado a que estos niños sean considerados, a pesar de su corta edad, íconos de estilo y marcadores de tendencias, observados por miles de personas alrededor del mundo.

Pero la enorme exposición en la que se ven envueltos estos menores es un asunto delicado, ante lo cual la familia Cáceres Orozco toma las precauciones necesarias. 'Al principio no tenía mi cuenta pública por miedo. Hay tanta gente mala... Por eso, en las fotos que pongo no muestro nada de mi alrededor, nombres de calles, nada. Son en una pared, o en un parque donde solo se vea un columpio. Trato de ser muy minuciosa', apunta Tatiana.

Pero otra preocupación sobre estos pequeños trend setters es cómo vivir tan enfocados en la moda puede tener un impacto en el desarrollo de su personalidad.

'Un niño que esté sometido a los vaivenes de la moda puede generar una percepción de que la autoestima depende de ese elemento: estar a la moda. Y que solo se reciben elogios por esto y no por otra serie de elementos que son igual de relevantes, como por su capacidad de comprometerse con otros, de hacer actividades en pro del beneficio de los demás, etc.', señala Ana María Cardona, psicóloga y docente de la Universidad de la Sabana, experta en familia y educación.

Para ella, hay que tener en cuenta cómo estas actividades pueden impactar la imagen que estos niños tienen de sí mismos, por lo cual es importante 'enseñarles que aunque ese es un elemento que puede ser importante, existen otras cosas que también son relevantes dentro de los proceso de crecimiento humano'.

'Uno tiene que estimular a su hijo y ayudarlo a que sea lo mejor, pero también mostrarle a lo mejor en una forma integral en muchas áreas de la vida', puntualizó.