Londres. La casa londinense Wartski presentó ayer un valioso huevo de Pascua del joyero ruso Carl Fabergé, que fue adquirido por un chatarrero estadounidense en un mercadillo de antigüedades después de estar desaparecido desde 1902.
El llamado tercer huevo imperial de Pascua, de apenas 8,2 centímetros, labrado en oro y decorado con diamantes y zafiros, esconde un reloj de la lujosa marca Vacheron Constantin y está valorado en 33 millones de dólares. Fue diseñado para que el zar Alejandro III se lo regalara a la zarina Maria Feodorovna en 1887. Efe