Diomedes Díaz fue reconocido a nivel nacional e internacional por sus grandes composiciones e interpretaciones; Sin embargo, debido al éxito que tenía con las mujeres, a medida que fue creciendo su fama, lo fue haciendo de manera directamente proporcional con sus travesuras. Esto se ve reflejado en los 28 hijos que tuvo con 11 mujeres.
En su pueblo natal, La Junta, jurisdicción del municipio de San Juan del Cesar (La Guajira), una de ellas afirma que padeció de celos enfermizos a raíz de la vida dicharachera que tuvo el cantor campesino. Se trata de Martina 'La Negra' Sarmiento, uno de sus más reconocidos amores en este pueblo guajiro, quien convivió alrededor de cuatro años con Diomedes y tuvo una hija. 'Para mí fue una época muy linda, de la cual me quedó mi hija, Mariana Ruth Díaz, la cual es la luz de mis ojos. Diomedes era una persona excelente, un buen padre y nos quería mucho, él era un novio muy cariñoso. Hace 38 años comenzó mi amor por él y no se me acaba'.
Sarmiento asegura que con diferentes composiciones comenzó a ganarse su cariño, lo describe como un hombre detallista y con un gran corazón; quizás por eso, no pudo ser llenado por una sola mujer. 'Diomedes me conquistó a punta de canciones, yo era mayor que él tres años y le decía que no lo podía aceptar, porque él era muy chico para mí, pero de a poco se fue metiendo en mi corazón, era un gran poeta y con esa voz tan hermosa me enamoró. Él andaba acompañado de su tío Martín Maestre, quien fue su primer acordeonero y me llamaba la atención el sentimiento que le ponía a cada una de sus canciones', dijo la primera novia del cantautor.
Comenzó la desconfianza
La Negra recuerda que todas las tardes llegaba a visitarla y se ganó el cariño de toda su familia. 'Yo lo ayudé bastante a salir adelante, lo apoyé para que se iniciará como cantante. Pero luego cuando comenzó a ser famoso, se metió a mujeriego y eso me daba muchos celos, es más creo que me enfermé por las locuras de Diomedes', aseguró la mujer de piel morena.
A raíz de los celos que empezó a mostrar su novia, Diomedes compuso en 1977, la canción 'Celos con Rabia', la cual cantó con el acordeonista Elberto López.
La mujer con rabia
es muy peligrosa
La mujer con rabia
es muy peligrosa
Es capaz de cualquier cosa.
A ella no le importa nada
y muchas veces la embarra
por no saber comprender
que para saber querer
hay que tener mucha calma.
'Me sacó esta canción, que fue una de sus primeras composiciones, porque peleábamos mucho, debido a que él se iba para Carrizal con mujeres a escondidas mías y allí se desató la crisis. Pero antes de eso viví los mejores tres años de mi vida en compañía de Diomedes. Él trabajaba en la emisora Radio Guatapurí en Valledupar como mensajero y yo lo iba a visitar allá, yo le llevaba comida y siempre estaba pendiente de él. La familia me decía que lo ocupara para que dejará la locura y yo respondía que Dios se iba a encargar de él, pero no quiso ajuiciarse y ahora nos deja con un vacío enorme', contó con la voz entrecortada, la dama.
Si llego temprano
siempre forma el plante
Si llego temprano
siempre forma el plante
Esta noche no encontraste
lo que estabas esperando
y si llego tarde tocando
siempre se pone a decir
ya pa' qué fuiste a venir
mejor te hubieras quedado
'Mis celos estaban basados en su andanzas, yo no era celosa, pero con él me volví así. Una vez él iba viajando para Riohacha, allá le iban a entregar una plata para que llegará por primera vez a Bogotá, le dije que se fuera, pero eso sí que más atrás le mandaba las maletas; él me dijo que para contentarme me iba a traer mucha plata, pero para mí la plata no era fundamental; así que no le acepté el billete ni nada y él termino viajando con una gran sonrisa. Hice muchas locuras a causa de mis celos, pero prefiero callarlas, porque me daría pena que todo el mundo se enterara', concluyó La Negra.
Una carta sincero
A Martina, le escribió una carta hace 37 años y en sus apartes dice 'Negra, no te imaginas la falta que me haces, yo quisiera estar al lado tuyo, pero tú sabes que no puedo. Me falta tiempo mi amor y mi consuelo es que tú seas mi compañera eternamente y recuperaremos el tiempo perdido. Te recuerdo Martina, no te borras de mi mente, siempre estoy pensando en ti y te aconsejo que no le pares bolas a aquellos que les causa envidia nuestra relación'. Al leerla nuevamente, La Negra dice que Diomedes definitivamente era un descarado, se seca las lágrimas y esboza una sonrisa.