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Adriana Santacruz irradia luz con su voz, y no es una mera cuestión de sinestesia. A la pastusa, que ha crecido con las montañas a su espalda, la emoción se le desborda en cada palabra, salida a propósito de su invitación a París, en la World Fashion Week, en la que logró un grupo como representante de Colombia debido a su trabajo con la moda sostenible.

Con cuatro palos de madera, sus artesanos, de la etnia de los pastos, seducen algodones, lanas y demás insumos naturales con las manos, su tecnología más ancestral, y comienzan a darle vida a una simbiosis sostenible y que a llega las pasarelas más importantes del país, como Colombiamoda, y que el próximo año viajará a la Ciudad Luz, invitada por la Asociación Mundial de Diseñadores.

Con la Torre Eiffel en segundo plano, en el Trocadero francés, Santacruz presentará una colección rica en prendas para el invierno, la estación que más la inspira, que la vuelve vulnerable ante la creatividad, con la que mejor se ‘arropa’. 'No hay fecha exacta aún para el evento. Ya hay un contrato firmado. Quiero que sea invierno porque soy muy fuerte en esta temporada, que me da para disfrutar más este trabajo', señala desde su casa de campo en la capital de Nariño, la fortaleza donde mima sus telas. 'Las piezas aquí están por todas partes y están cogiendo el sol. Las toco, las consiento'.

Sostiene la moda. Le pregunto a Adriana por las implicaciones de trabajar de lleno con artesanos y dice que es una labor tan ardua como gratificante. Es bella. 'Es saber que detrás de eso hay un ser, hay alguien que se puede proyectar y que puede salir adelante. Es diferente cuando se prepara una colección de acuerdo a un catálogo de telas. Acá siempre está primero el factor humano, las manos'.

Ellos, Adriana y los pastos, en plural, utilizan materia prima natural, pero también trabajan con la experiencia de algunos acrílicos muy finos para darle suavidad a las telas. 'Puede demorarse tejiendo 20 días, pero a los materiales hay que retorcerlos, hay que urdirlos. Cada tela tiene muchas manos atrás'.

Ningún paño es igual a otro, por lo que hay que tener mucha paciencia. 'Por eso creo yo que muchos de los diseñadores que han empezado a trabajar con artesanos luego no lo continúan'.

La precolección que esboza desde ya parte de Relámpago, la propuesta que presentó en julio en Colombiamoda. Pasar de la desestructura a piezas más esquemáticas será posible con la conjugación de tejidos como el brocado y el neopreno, que dejarán de ser antónimos para encontrarse también con el cuero y adaptarse a la naturaleza de los textiles que propone Santacruz, donde lo rudo se hace finura con la tecnología de punta, o de punto, que logra la manualidad.

Por Andrea Jiménez J.