Shadia Farah Abuchaibe y Jerónimo Uribe unieron sus vidas para siempre el sábado en Barranquilla, en un ambiente donde reinó el amor y la sobriedad. Todos los detalles de la decoración de la boda fueron escogidos personalmente por la novia, quien también involucró a su suegra, Lina de Uribe.
Velas encendidas, rosas y un ambiente espiritual se vivió durante la ceremonia religiosa, en la iglesia Inmaculada Concepción, que fue presidida por monseñor Víctor Tamayo.
El vestido de Shadia, bordado en pedrería, fue adquirido en Panamá y el color escogido fue el old white. El novio vistió un traje en lino de la diseñadora Francesca Miranda, complementado por una camisa tipo guayabera.
A la entrada de la recepción, en el Hotel Dann Carlton, varios ambientes recibieron a los invitados. La mantelería fue blanca con tenues toques de brillo plateado. El blanco y el plateado fueron los colores que se escogieron para la decoración del evento, que fue muy sobria y sencilla.
Los arreglos florales no fueron tan altos y utilizaron como base unas ánforas en cristal de bohemia, las cuales la novia recibió como regalo de su familia. Las hortensias, orquídeas y rosas fueron mandadas a cultivar por Pura de Solano, organizadora del evento, en Bogotá y Medellín.
Diana de Daccarett y Kathy Saieh crearon parte del menú miniatura del evento y del buffet, que estuvo conformado por pastelería francesa. Hubo un buffet de quesos y comida internacional.
