Compartir:

No se trata de un truco. El autor es el pintor, escultor y fotógrafo Liu Bolin, conocido como ‘El hombre invisible’ porque transforma el camuflaje en una forma diferente de hacer arte. Con diversas exposiciones en todo el mundo, este chino ha logrado cautivar al público con una propuesta distinta; a veces aparece en una llanta de tractor, en una pared, y otras en un montón de tabiques, depende de lo que trate de representar; artísticamente se esconde dentro de sus propias fotografías. Esta vez lo hizo en el Gran Palais en París (Gran Palacio de Bellas Artes) situado en los Campos Elíseos, donde fue ayudado por Guillaume Beal, luego de que Liu hiciera su trabajo pictórico previo, con la ayuda de un computador.

Todo por una boleta

Tal fue el furor que despertó entre barranquilleros el concierto ‘Los más grandes del vallenato’, realizado el fin de semana en el Romelio, que a muy pocos les importó ‘medírseles’ a los retos que impuso la emisora La Reina para ganarse unas entradas para dicho espectáculo. Dicen que los locutores de la emisora que promovía el evento –abusando de los deseos de algunas personas–ofreció boletas a las mujeres que se atrevieran a besarse entre sí; a los hombres que osaran salir corriendo en pantaloncillos por toda la calle 72 o a las damas que se presentaran en traje de baño. Y hubo quienes lo hicieron con tal de no perderse de ver a los intérpretes vallenatos. Vaya fórmula.

¿Y quién se la tumbó?

Viendo un chispero quedó Gustavo Camacho, director del videoclip de la canción Nuestra fiesta, tema del Mundial, en el que participan Jorge Celedón y Jimmy Zambrano, el domingo en la tarde, cuando le robaron una de las cámaras que estaba utilizando para grabar la canción. Cuentan que el barranquillero se encontraba realizando unas tomas en el estadio durante el concierto vallenato, pero cuando quiso retomar el trabajo después de una pausa en el rodaje, sus productores se dieron cuenta de que faltaba una cámara de video que habían dejado al cuidado de personal de un canal de televisión regional. Y la cámara nunca apareció.

De una reina para las reinas

Amelia Vega, quien en 2003 obtuvo la primera corona de Miss Universo para República Dominicana, es la artista invitada para la velada de coronación de Miss Panamá, el 27 de mayo, título que se disputan 12 candidatas. Vega, sobrina de Juan Luis Guerra, el año pasado lanzó su primer sencillo, Pasa un segundito, de su álbum Agua dulce, del que escogerá dos temas para cantarlos en la gran final. Por cierto, quien resulte ganadora recibirá como premio un automóvil, viáticos mensuales, joyas, montones de zapatos y maquillaje.

Lo que hace un antojo

Apenas terminó su trabajo como asesora de modas en el almacén Mango, en Buenavista II, la periodista Pilar Castaño sintió el antojo de comer platos árabes. El sitio que le recomendó una amiga en Barranquilla fue el Árabe Gourmet, pero con tan mala suerte que cuando ella llegó ya el restaurante lo estaban cerrando. Ante la insistencia de Pilar, que acolitaban su amiga y dos comensales más, uno de los socios, que aún estaba allí, lo reabrió. Para sorpresa, después de degustar las delicias, todo resultó por cortesía de la casa. Y en agradecimiento, Pilar le dejó una nota.

En la sala interactiva del Carnaval

Un cursito de tecnología avanzada no estaría de más que lo hiciera Carla Celia, directora de Fundación Carnaval de Barranquilla, para poder manejar con certeza las maravillas que ofrece la sala interactiva Elsa Caridi, que fue inaugurada el jueves en la Casa del Carnaval. Dicen que el primer día Celia se enredó más de una vez cuando quiso demostrar, en la mesa interactiva de instrumentos musicales, cómo se arma una canción. ¿O será que es de música que necesita el cursito?

Cuando se puede...

Por otro lado, la fecha del concierto ‘Los más grandes del vallenato’ no fue al azar. Nos contaron que fue escogida teniendo en cuenta la apretada agenda de Diomedes Díaz. Porque la finalidad era que El Cacique de La Junta estuviera. Como fue el primero en confirmar, porque para el 3 de abril no tenía compromisos, los organizadores estaban seguros de que el cantante sí se presentaría. Y hasta llamó para confirmar.

Sacerdote con disfraz

El padre Víctor Tamayo por primera vez se disfrazó de monocuco. Como lo hicieron muchos de los asistentes a la apertura de la sala interactiva de la Casa del Carnaval, se divirtió un rato armando su propio disfraz frente a una de las pantallas que muestra opciones para que el visitante escoja el atuendo y demás complementos de un disfraz y se vista muy carnavalero. Tamayo se mostró feliz al verse con el tradicional capuchón.