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La Congregación de las Hermanitas de los Pobres de San Pedro Claver tiene mucho que celebrar hasta el 2012. El día de hoy marca el inicio de un año jubilar que precede la celebración del centenario de creación de su organización.

La congregación nació en Barranquilla, fundada bajo los preceptos espirituales de la Madre Marcelina de San José, que vivió para el servicio de los mas necesitados y en este sentido guió la obra de las hermanas.

“La labor de las hermanitas de los pobres se fundamenta ante todo en el servicio al adulto mayor, niños y jóvenes”, explicó la madre Leonor Fajardo, superiora de la congregación para Colombia y América Latina.

En la actualidad, la obra de las hermanas hace presencia en varias ciudades de 10 países del mundo, incluidas Centro, Suramérica y Europa.

En Barranquilla, la congregación lidera tres importantes obras: el Asilo Granja San José, que ejerce la labor de asilo y colegio; el Hogar Madre Marcelina y el Asilo San Antonio, siendo éste último el que atiende un mayor número de población de tercera edad y se convierte en la obra de mayores dimensiones espaciales y económicas.

En éste lugar, las hermanas atienden un grupo que sobrepasa las 130 mujeres de edad avanzada, que en su mayoría llegan en condiciones de desprotección y sin referentes familiares.

Sin embargo, la superiora de las hermanas reconoce que la obra social que la congregación lleva a cabo se ha visto disminuida, por la falta de solidaridad de la ciudad.

“Antes recibíamos aportes de todos lados , pero ahora es muy difícil conseguir recursos. El cumplimiento de este año tan importante para nosotras debe ser la oportunidad para pedir el apoyo de las personas de buen corazón.

De acuerdo con la madre Fajardo, los costos de mantener a estas personas en el asilo han obligado a requerir aportes económicos de algunas ancianas que sí cuentan con el apoyo de sus familiares y así poder ayudar a quienes no pueden costear la atención que allí reciben.

La religiosa, que hizo énfasis en el deber cristiano y humano de las personas en ayudar al prójimo, recalcó también que la edificación donde se encuentra el asilo es una obra que no debe perderse.

“Esto es un patrimonio de ciudad, no es de nosotras. Mantener este edificio cuesta mucho dinero y debería ser una responsabilidad de Barranquilla, son cien años que no pueden quedar en vano”.

Entre los aportes más importantes que la congregación realiza a la población que atiende, la superiora destacó el acompañamiento emocional.

“No se trata de brindarles solo comida, porque bien decía la Madre Marcelina que la palabra dulce es más sustanciosa que el pan que se les da. Por eso nos esmeramos en darles cariño ante todo”.

Año Jubilar. La celebración que se llevará a cabo con una eucaristía a las 10 a.m corresponde a un año jubilar que el Vaticano ha concedido para celebrar los 100 años de obras de la congregación, que se cumplen el 11 de febrero de 2012.

Para conmemorar la fecha, en todo el año se realizarán preparaciones espirituales en todas las sedes y se buscará desarrollar mayores proyectos en materia social.

Por Jeniffer Varela Rodríguez