Ante la necesidad de integrar a la comunidad en el proyecto Puerta de Oro, Centro de Eventos del Caribe, ayer se llevó a cabo el evento ‘Todos pintamos, todos entramos’, que involucró a trece artistas de la región.
En una intervención maratónica de nueve horas se promovió el arte urbano como un mecanismo para afianzar valores ciudadanos y el sentido de pertenencia por los espacios públicos de la ciudad. (Ver las mejoresi imágenes)
Inicialmente se hizo una convocatoria que reunió a los artistas en un taller dirigido por Pierrick Segerie, conocido como Cart’1, reconocido grafitero francés.
El taller, que inició con clases teóricas en el Museo del Atlántico, terminó en predios de Puerta de Oro, donde los artistas intervinieron el muro que da hacia el río Magdalena y que, próximamente, se convertirá en el malecón turístico.
Para esta actividad fueron presentados 30 bocetos, de los cuales 13 resultaron seleccionados por representantes de Puerta de Oro y Lienzo Urbano para cubrir el cerramiento externo a lo largo de la Vía 40 con 79B.
Participaron desde artistas plásticos hasta biólogos, estudiantes de comunicación social y otros profesionales que comparten una misma pasión: recuperar los espacios expresando su amor por Barranquilla.
'La dinámica era crear figuras precolombinas –que harán parte del diseño interior de Puerta de Oro– e interpretar qué significaba para ellos una puerta abierta', explicó Cristina Mattos, coordinadora de comunicaciones del proyecto.
'Mi obra está entre lo precolombino y el río, mostrando a Barranquilla en dos fases, su presente y su pasado con los Johnson (lanchas), el ferry y los barcos antiguos de molino', sustentó Larry Molina, el artista conocido como Rayo que desde hace cinco años se apasionó por este mundo y ahora expresa a través de él su ser costeño.
'Hay un boceto, pero en la pared todo cambia', reconoce al igual que su compañero Nicolás Ayala, quien se vio obligado a cambiar su obra al enfrentarse con la gran pared.
'Quise integrar dos columnas sin tener que seccionar el dibujo, entonces me inventé una máscara Sinú, un guerrero', comenta el artista que se hace llamar Polstro, convencido de que 'cualquier muro se puede intervenir'.
'Muchas veces quieres pintar la pared más bonita y es todo lo contrario, puedes pintar la más fea y causar un mejor impacto', expresó.
Joe Pistro, quien junto a Ayala componen el colectivo Polstro Pistro, abrió el gran mural de 112 metros con un portal al que le sigue 'un Dios, un guardián precolombino'.
'El mensaje está claro, esta es la Puerta de Oro, pero aquí lo más rico de todo es pintar', dijo feliz de tener una nueva oportunidad de expresarse a través del arte.
La actividad se realizó en alianza con el proyecto Lienzo Urbano, del que ya hacen parte unos 45 artistas.
'Nos congregamos en noviembre del 2013 y esta es nuestra novena intervención, siempre teniendo un espacio abierto para los principiantes', contó Dave Beltrán, coordinadora de este proyecto de recuperación de espacio público.
'El talento sobra y cuando no tienen un nivel artístico tan avanzado, aquí hacemos talleres para capacitarlos y que hagan sus intervenciones en público', dijo.