El Heraldo
‘Robot visión gas detector’ desarrollado por la Universidad Autónoma del Caribe. Cortesía
Tecnología

Invenciones de la academia costeña en la pandemia

El ingenio permaneció latente entre la comunidad académica del Caribe que siguió creando y recibiendo patentes

A pesar de que la pandemia por Covid-19 ha mermado y ralentizado algunos procesos y proyectos, los investigadores e inventores académicos intentan, de alguna manera, continuar con la dinámica de desplegar tecnologías que contribuyan con el desarrollo de la ciencia y la sociedad.

El enfoque de ciencia, tecnología y salud ha motivado a que instituciones de educación superior del Caribe desarrollen iniciativas novedosas que de una u otra manera, además de demostrar la capacidad de investigación de la academia, aporten herramientas y soluciones para la comunidad.

Las invenciones en medio de la pandemia van desde un reloj que mide la temperatura corporal hasta un robot ideado para la práctica de artes marciales.

 

Manilla capaz de detectar la temperatura corporal diseñada por la Universidad Simón Bolívar y la Clínica Oftalmológica del Caribe.

Por ejemplo, la Universidad Simón Bolívar de la mano con la Clínica Oftalmológica del Caribe, elaboraron una manilla que tiene la capacidad de medir la temperatura corporal. Según Reynaldo Villarreal, director del área de Tecnología y Prototipado de MacondoLab, esta manilla monitorea cada 15 minutos la temperatura corporal y manda información a una computadora central capaz de analizar el estado de la persona que la tenga puesta. Para ello cuenta con una serie de sensores de tacto que se mantienen en contacto con la piel y que son capaces de distinguir la temperatura externa de la corporal.

Bajo la línea de la protección, también desarrolló una pintura ecológica con cualidades antibacterianas apta para espacios de alto contacto conocida como Poliureciens. Esta pintura fue desarrollada a partir de la transformación de desechos derivados del petróleo.

Camille es otra de las innovaciones, basada en inteligencia artificial (IA) que sirve para detectar anomalías en las pruebas PCR practicadas a posibles pacientes con Covid-19.

Antonio Acosta, PhD. En Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Miami, explicó que esta tecnología no funcionaba como un simple software sino que empleaba la IA para reconocer “variaciones o ruidos que puedan afectar una curva” a la hora de analizar una prueba.

Dron submarino para vigilar ecosistemas acuáticos.

Camille funciona basado en un algoritmo que le permite a la computadora generar probables respuestas con una información básica que se le digite.

Otra de las invenciones que presenta dicha universidad es Victa. Se trata de un dispositivo que mide la calidad del agua en forma remota en cultivos de piscicultura. Este mecanismo fue considerado como emprendimiento de impacto por la Real Academia de Ingeniería del Reino Unido.

Otra innovación enfocada en el monitoreo acuático es el Drag Rov. Se trata de un dron submarino desarrollado por la Universidad Simón Bolívar que por medio de control remoto observa los ecosistemas en profundidades marinas o fluviales.

La Autónoma del Caribe

Esta universidad también ha recibido patentes en lo que va corrido de la pandemia, algunos proyectos se venían gestando desde años anteriores, pero fue después de marzo que recibieron las certificaciones.

Victa es un dispositivo que mide la calidad del agua de forma remota en cultivos de piscicultura.

En julio, la institución  recibió patente de invención por sistemas de sismocardiografía para captar señales precordiales. Se trata de un dispositivo inalámbrico, basado en acelerometría (medición de aceleraciones), que se utiliza para la captación y presentación de señales precordiales (correspondientes al corazón) que emplea sismocardiografía, es decir, emplea un método para captar señales en el área del pecho donde está el corazón, de forma no invasiva.

Dicha invención fue adelantada por el director de Investigación y Transferencia del alma mater, Pablo Bonaveri y por el entonces estudiante Juan Pablo Zuluaga.

Otra de las patentes de invención que recibió la Autónoma fue la del Robot visión gas detector, un mecanismo móvil que es monitoreado por ordenador, que tiene la capacidad de analizar áreas en las que es necesario hacer un análisis de concentraciones de gases mediante sensores especiales. De acuerdo con Pablo Bonaveri, este dispositivo tiene el propósito de desplazarse en casi cualquier superficie y ambiente. Dicha invención responde a la dificultad que se presenta en industrias como la minería a campo cerrado, ya que “se generan variedades de gases nocivos e inflamables que perjudican la salud humana, estos son derivados del petróleo como el metano, propano, butano por mencionar algunos”.

Otro de los productos que recibió patente de invención fue el Sistema portable de recolección, almacenamiento y filtración y vaciado de orina desarrollado por la diseñadora de modas y docente María Fernanda Coronado. Se trata de una invención que busca “ayudar a las personas, desarrollando productos que mejorarán su calidad de vida, desde el área del diseño y los textiles”.

Esta creación, como describe Coronado, es la mejora de un producto ya existente en el mercado y que es comprado por las personas que sufren de incontinencia urinaria, padecen de alguna otra patología renal o fueron recientemente sometidos a cirugía y requieren de un soporte como este.

En agosto, también se recibió patente de modelo de utilidad por un ‘monitor inteligente de frecuencia cardíaca para deportistas en actividad‘.

Este es un sistema de monitoreo de la frecuencia cardíaca que le permite al entrenador o al preparador físico evaluar el rendimiento de sus deportistas en tiempo real y de manera simultánea mientras estos están realizando actividades físicas, propias de un entrenamiento o durante un juego.

Para ello, cada deportista utiliza un sensor de banda de pecho que se encarga de transmitir de forma inalámbrica los datos. A través de una aplicación disponible para sistema operativo Android se puede monitorear la frecuencia cardiaca de los deportistas.

Este invento fue un trabajo conjunto entre los programas de Ingeniería Mecatrónica e Ingeniería Mecánica, que empezó con una investigación en las aulas de la institución. El grupo estuvo conformado por Pablo Bonaveri; el estudiante de Mecatrónica (ya egresado), Juan Pablo Zuluaga, y los estudiantes de Mecánica (ya egresados), Luis Fontalvo Bayuelo y Luis Castillo Montaño.

“RobPAM es un robot con movimiento programable para la práctica de artes marciales, con registro de golpes que permite mejorar el rendimiento de los deportistas. Esta máquina con movimientos programable en la cabeza y el tórax es capaz de soportar altas cargas por parte de los deportistas o usuarios que acierten golpes en el complejo de toda la estructura, el cual permite registrar por medio de sensores la presión del golpe”, indica Bonaveri.

Los datos, según el docente, son almacenados en una base de datos que permite hacer un seguimiento para realizar una evaluación de desempeño y rendimiento del deportista.

Una de las últimas patentes recibida este año fue la de la “ropa íntima femenina que contribuye en la disminución de los cólicos producidos por el periodo menstrual”. Esta invención recibió la concesión por utilidad.

La investigación y desarrollo de la misma estuvo a cargo de la docente María Fernanda Coronado, se trata de una tecnología térmica basada en calor.

“Son hilos que van en cobre los que te permiten pasar el calor. Tiene un interruptor como cualquier otro sistema eléctrico, de lado a lado, con su batería recargable, que puede ser como la de un reloj”, explica la docente.

Según describe la creadora, dicha prenda cuenta con un diseño ergonómico que no tiene costuras. Además cuenta con termosellados que evitan el maltrato en la piel y tiene un acabado en caléndula, es decir que cuenta con propiedades desinflamatorias, además de combatir el mal olor y las bacterias.

Universidad del Norte

Esta institución, en asocio con la Universidad de San Buenaventura, DCM Systems, con la participación de la Universidad de Castilla de la Mancha y la Universidad Nacional de Educación a distancia de España, desarrolló ‘Entrelíneas’, un software para fortalecer la comprensión lectora tanto en inglés como en español.

“Entrelíneas es una de las primeras innovaciones en Colombia en términos de apps educativas puesto que está diseñada para mejorar dos idiomas”, indica la Universidad en un comunicado.

El mismo aplicativo se define como una herramienta eficaz para realizar un seguimiento a la evolución y mejora en la comprensión lectora y el análisis de textos, en español e inglés.

La aplicación funciona como un juego de preguntas cortas que tienen como objetivo apoyar a los usuarios en sus procesos de compresión.

Camille nació como iniciativa para detectar anomalías en pruebas PCR.

Dicha iniciativa es dirigida por la PhD en Innovación Educativa, Heidy Robles Noriega.

Este 17 de noviembre, la Universidad del Norte recibió una patente de invención por un ‘implante oftalmológico intraocular hecho de dos materiales diferentes’. Cabe resaltar que dicha creación surgió de un trabajo colaborativo de más de 5 años, y posteriormente un período de evaluación y revisión de la patente que tardó más de 3 años.

El equipo de trabajo de dicho proyecto estuvo conformado por los docentes Jovanny Pacheco y Jorge Bris Cabrera del Grupo de Investigación GIMYP del departamento de Ingeniería Mecánica. La parte médica estuvo a cargo del oftalmólogo César Carriazo.

Los materiales, como lo cuenta Jorge Bris, fueron desarrollados por una empresa holandesa bajo diseño del equipo de investigación; el implante también fue desarrollado por los docentes con equipos de tecnología alemana de alta precisión. Finalmente fue probado en la Clínica Carriazo.

Firmes en su propósito, los investigadores han seguido su trabajo con el fin de demostrar que a pesar de la Covid-19, la innovación no puede perder su protagonismo.

En la Universidad de Córdoba desarrollaron la cura contra la leishmaniasis

Un ungüento desarrollado por los científicos de la Universidad de Córdoba permitió hallar la cura para la leishmaniasis, una enfermedad que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) registra anualmente 2 millones de nuevos casos.

La patente fue entregada a través de la resolución N° 13586 de la Superintendencia de Industria y Comercio, por la invención titulada ‘Moléculas tipo estirilquinolinas con actividad’.

La invención, informa la universidad, consiste en un ungüento que al ser aplicado, recubre y protege las defensas del cuerpo de los ataques de las células contaminadas con leishmaniasis.

El rector del ‘alma mater’, Jairo Torres Oviedo, comentó que “esta patente se convierte en un gran patrimonio científico de la Universidad de Córdoba para la humanidad, porque a partir de este descubrimiento se podrá fabricar un ungüento para la cura de la leishmaniasis”.

El directivo continuó diciendo que “los estudios para llegar a obtener finalmente esta patente se realizaron por cerca de diez años, en alianza con científicos del Programa de Estudio y Control de Enfermedades Tropicales, Pecet, de la Universidad de Antioquia, liderados por la científica Sara Robledo, en los laboratorios de Unicor; y coordinados por el profesor Omar Torres Ayazo, quien falleció dejando la investigación prácticamente concluida”.

Cabe indicar que según los cálculos de la OMS, la leishmaniasis es una enfermedad que pone en riesgo a más de 350 millones de personas, presentándose alrededor de 2 millones de nuevos casos anualmente.

Para el caso de Colombia, las estadísticas de las autoridades señalan que el número de casos registrados se ha incrementado en los últimos años, teniendo en cuenta que durante la década de los 90 se notificaron 6.500 nuevos casos anuales; y en las últimas décadas la cifra alcanzó más de 14.000 casos.

“Es algo histórico para la Unicor que recibió la primera patente. Esperamos que en la medida que el tiempo transcurra y en medio de la dinámica de la pandemia, seguir contando en nuestro laboratorio con las condiciones para prestar este servicio. Si algo debe tener claro el departamento de Córdoba, es que en el IIBT contamos con el mayor estándar de calidad internacional, que nos permite decir con toda certeza que estamos llevando a cabo un proceso en las mejores condiciones, con la mayor confiabilidad y en el menor tiempo posible”, precisó el rector Torres Oviedo.

Se pudo establecer que el paso siguiente, tras la patente, es el diseño del prototipo del medicamento que combatirá las leishmaniasis; ya se presentó un proyecto para una convocatoria del Ministerio de Ciencias, que se financiará con recursos de regalías.

Dispensador

Estudiantes del colegio Hebreo Unión diseñaron  un dispensador ecológico de gel antibacterial humectante. Dicho proyecto conocido como Eco Sanitizing CHU ocupó el primer lugar en la convocatoria Imagina Barranquilla, gracias a que presenta una solución automatizada que funciona con sensor infrarrojo y dota de gel antibacterial a las personas.

Dicho dispensador contribuye a que el usuario no tenga ningún tipo de contacto manual y logre cumplir con las medidas de higiene en la desinfección de las manos. El equipo de estudiantes emprendedores está conformado por María José Moreno, Andrea Romero, Iván García, Nicolás Torres, Fabián Camargo, Alexander Galindo. Los docentes que apoyaron la iniciativa fueron: Erick Ríos, Roberto Castro, David Salas y Karen Peña.

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