La llegada de internet revolucionó el mundo. Así, con la llegada de protocolos como el World Wide Web (WWW), permitió tener acceso a un sistema interconectado de páginas web públicas.
Sin embargo, con el pasar de los años esos protocolos fueron cambiando, posibilitando que hubieran páginas web que no fuesen públicas y no estuvieran indexadas o registradas en los motores de búsqueda como Google, Bing, Yahoo y demás.
Es así como en la actualidad se conocen, mayoritariamente, tres grandes webs: Surface web (superficial), Deep web (profunda) y Dark web (oscura), cada una con sus contenidos y diferencias entre sí.
Y, aunque se pensaría que al tener acceso a internet se puede ver todo el contenido que el usuario quisiera, la realidad está lejos de ser así. Se prevé que la web superficial, a la que mayormente se accede, representa únicamente el 4% de todo el tráfico en internet.
El otro 96% está dividido entre la Deep y Dark web, que por sus nombres se han generado una gran cantidad de mitos y leyendas acerca de lo que se puede encontrar en esos pozos profundos de internet.
Asimismo, en muchas ocasiones se confunden los conceptos entre estas 3 webs. Por eso, EL HERALDO consultó voces expertas que explicaron sus definiciones y diferencias, así como qué se puede encontrar en ellas y si en algún momento pueden ser reguladas.
'Dentro del internet encontramos capas de navegación a diferentes submundos y es ahí de donde podemos comprender que se distinguen estos tres tipos de 'Web' como tal, donde si bien hay fechas algo inciertas, se sabe que desde 1994 ya se hablaba de Deep Web y en 2002 ya surge Tor como herramienta para acceder a los ambientes de la Dark Web', aseguró Francisco Caldera, customer success de Trend Micro y experto en ciberseguridad.