El auge de la inteligencia artificial ha transformado diversas áreas del conocimiento, y el aprendizaje de idiomas no ha sido la excepción. Plataformas como ChatGPT, de OpenAI, y Gemini, desarrollada por Google, están siendo utilizadas por estudiantes, profesionales y autodidactas de todo el mundo como herramientas versátiles para mejorar su dominio de una lengua extranjera.
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Su utilidad va mucho más allá de una simple traducción: estas herramientas permiten simular diálogos reales, corregir textos, resolver dudas gramaticales o de vocabulario, generar ejercicios y, además, adaptar el aprendizaje a los objetivos específicos de cada persona.
Conozca a continuación cómo puede sacarles el mejor provecho.
Conversaciones simuladas, sin presión ni miedo al error
Uno de los usos más comunes de estas IA es la práctica de conversaciones en el idioma que se desea aprender. El usuario puede iniciar una charla con instrucciones como: “Actúa como un recepcionista de hotel en París. Quiero practicar cómo hacer una reserva en francés” o “Responde como si fueras un colega en una reunión de trabajo en inglés”. La herramienta responde en el idioma solicitado, ajustando su nivel de complejidad según el contexto.
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Esto resulta particularmente útil para quienes desean mejorar su fluidez, acostumbrarse a giros idiomáticos o ensayar situaciones reales sin sentirse expuestos o juzgados. Además, se pueden pedir correcciones en tiempo real o solicitar alternativas más naturales para expresar una misma idea. De esta manera, el aprendizaje se convierte en un ejercicio práctico y constante.
Asistencia en la escritura
Otro de los usos frecuentes es la revisión y corrección de textos escritos. Quienes están aprendiendo un nuevo idioma —o desean perfeccionar su expresión en su lengua materna— pueden pedir a la IA que analice un texto, corrija errores ortográficos y gramaticales, y ofrezca sugerencias de estilo.
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Un ejemplo de instrucción podría ser: “Revísame este texto en portugués. Quiero saber si está bien escrito y si hay formas más naturales de expresarlo”. Las respuestas suelen ir acompañadas de explicaciones claras, lo que convierte la corrección en una oportunidad de aprendizaje, no solo en una simple edición.
Resolver dudas puntuales
En el día a día del aprendizaje surgen preguntas específicas: ¿Cuál es la diferencia entre “bring” y “take”? ¿Cómo se usa correctamente una preposición? ¿Qué significa una palabra en distintos registros? ChatGPT o Gemini permiten resolver estas inquietudes con inmediatez y profundidad.
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Basta con plantear la duda directamente: “¿Qué significa ‘deadline’ en inglés y cómo se usa en una oración?” o “¿Qué diferencias hay entre ‘ser’ y ‘estar’ en español para un hablante de alemán?”. La plataforma no solo traduce, sino que contextualiza, explica usos gramaticales y, en muchos casos, ofrece ejemplos que ilustran los distintos significados o matices.
Asimismo, es posible pedir que se generen listas de vocabulario clasificadas por temas: salud, gastronomía, tecnología, trámites, entre otros. Estas listas pueden ser acompañadas por oraciones de ejemplo o incluso ejercicios para practicar su uso.
Traducciones
A diferencia de los traductores automáticos tradicionales, que suelen limitarse a ofrecer una versión en otro idioma sin mayor explicación, estas herramientas pueden detallar por qué una frase fue traducida de cierta manera, qué estructuras gramaticales se usaron y cómo podría expresarse de forma más natural según el contexto.
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Por ejemplo, una instrucción como “Traduce este párrafo al italiano y explícame las diferencias con respecto al español” puede generar una respuesta que no solo entregue la versión traducida, sino que explique aspectos clave como la posición de los adjetivos, el uso de artículos o la concordancia verbal. Esta dimensión didáctica permite una comprensión más profunda de las estructuras del idioma y mejora la capacidad de transferir ese conocimiento a nuevos contextos.
Diseñar un plan de estudio flexible y personalizado
Otro aspecto destacado es la posibilidad de pedirle a la IA que actúe como una especie de tutor virtual. A través de una instrucción simple —como “Quiero aprender inglés desde cero. Hazme un plan de estudio semanal”— el sistema puede sugerir una hoja de ruta adaptada al nivel, intereses y disponibilidad del usuario.
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Estas plataformas también permiten organizar el proceso de aprendizaje por etapas, establecer metas concretas, recomendar recursos gratuitos (videos, podcasts, lecturas) y proponer ejercicios de práctica. Además, es posible solicitar autoevaluaciones en diferentes formatos: desde cuestionarios de opción múltiple hasta actividades de escritura o comprensión lectora, con retroalimentación inmediata.
Un recurso complementario, no excluyente
Aunque estas herramientas son poderosas y accesibles, expertos en educación recomiendan utilizarlas como complemento de otras estrategias de aprendizaje, no como único método. Participar en clases presenciales o virtuales, leer contenido original, escuchar música o ver películas en otros idiomas sigue siendo fundamental para una inmersión completa.
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Sin embargo, la gran ventaja de ChatGPT y Gemini radica en su disponibilidad permanente, capacidad de adaptación y respuesta inmediata, lo que permite integrar el aprendizaje a la rutina diaria, incluso en momentos cortos como un trayecto en transporte público o una pausa entre tareas.