Les ofrecían supuestos trabajos a jóvenes en el exterior, donde luego las explotaban sexualmente.
Los integrantes de la estructura se ubicaban en pasos fronterizos y reclutaban a las víctimas, quienes ingresaban al país por trochas.
Los integrantes de la estructura se ubicaban en pasos fronterizos y reclutaban a las víctimas, quienes ingresaban al país por trochas.
Las víctimas llegaban a Beijing y eran llevadas hasta un establecimiento nocturno, donde supuestamente eran retenidas y despojadas de sus pasaportes.
El rescate se dio en medio del operativo de búsqueda de un bebé indígena que desapareció a finales de junio en un mercado.