El presunto homicida, escapó sin dejar rastro alguno.
A las 10:00 de la mañana, cuando iba pasando por la parte de atrás del cementerio, sitio en el que según Praxedes Rodríguez, madre de Gilberto, se vende y consume droga, fue abordado por alias ‘Kikilo’, quien lo atacó.
Al parecer, el niño se tropezó y cayó en medio de las dos camas, donde estaba un cable de una extensión eléctrica, con la boca hizo contacto y recibió una fuerte descarga eléctrica, sin que nadie se percatara del asunto.
El cadáver estaba oculto dentro de una zanja, no muy profunda, sobre la cual echaron algunas capas de tierra.
Delincuente fue capturado en una casa de citas. Este caso, ocurrido el pasado jueves, se suma a los otros tres robo cometidos en templos de la ciudad de Cartagena.