Con esto no solo afianzamos el liderazgo mundial de Colombia en materia ambiental, sino que llegamos con herramientas para que los países más ricos, especialmente a los miembros del G20, que son los grandes emisores de gases efecto invernadero, tengan un mayor compromiso con su ambición climática y aporten recursos para que las naciones más vulnerables, como la nuestra y los territorios insulares, puedan llevar a cabo planes de ruta.
Por ahora, sigue habiendo una brecha importante, pues la información de entrada desde lo climático sigue siendo “gruesa” en términos de escala. Para ello, es necesario seguirle apostando a buenas series de registros, no solo en cantidad, sino también en calidad.
Con la evidencia aquí expuesta espero poder lograr que usted, amigo lector, se interese genuinamente en el tema. Cada uno de nosotros, con pequeñas acciones individuales podemos ayudar a evitar lo que aún es evitable: Que nuestro planeta se vengue con “fuego” por lo mal que lo hemos cuidado.
Si no se implementan estrategias efectivas, y planes granulares alineados a éstas, para reducir y eliminar gradualmente la producción de gases de efecto invernadero, el cambio climático continuará empeorando y causando mayores impactos catastróficos a la humanidad.

