Este proyecto fue implementado en el municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá, para lograr un cambio en la percepción y relación de los humanos con esta especie amenazada.
Los afectados señalan que la carne del ganado es comercializada sin control en Valledupar y otros municipios.
Los productores del tubérculo del departamento denuncian que el Gobierno nacional avanza a pasos muy lentos en la adquisición del producto.
El director de la UNGRD aseguró que adinerados de la subregión afectada se hacen pasar por “pobrecitos damnificados”.
Empresarios han denunciado un aumento de las intimidaciones ejercidas por el Clan del Golfo desde hace varios meses. La situación más dramática se vive en Bolívar y el sur del Cesar.