A sus 17 años David Ricardo Abello comenzó un negocio con una prima que con el tiempo pasó de comercializar por Instagram a puntos fijos.
El confinamiento se convirtió en el impulso que necesitaba Julián Puccini para realizar un sueño emprendedor.
Desde Barranquilla, las hermanas consolidaron una empresa que está presente en 42 ciudades del país y Panamá. Su historia es de sabor y equilibrio.
La tendencia que toma más fuerza está siendo liderada en la ciudad por tres jóvenes que buscan crear un impacto social con prendas sostenibles.
Las barranquilleras, de 19 años, son las creadoras de una marca de accesorios unisex, cuyo material principal es la mostacilla.