Mateo y Luciano Jiménez son unos niños barranquilleros que ganan en la pista con disciplina y dedicación.
Guiados por el dos veces campeón mundial colombiano de boxeo Ener Julio, al menos 15 niños reciben diariamente clases para aprender la esgrima del pugilismo.
Con tan solo 11 años, tiene en su palmarés siete medallas en varias disciplinas del deporte rey de los Juegos Olímpicos.
Su pasión, como su misma familia la describe, no tiene límites. Día a día su felicidad radica en zambullirse y disfrutar de la vida.
Apasionado por las artes marciales, viaja junto a sus padres una vez por semana de Sabanalarga a Barranquilla en busca de su objetivo: el cinturón negro.