Pese a que fue importante la noticia del fallo que parece devolverle a Barranquilla el control del Corredor Universitario, habrá que auscultar qué tan mala fue tal decisión para los residentes del sector incluido, cuánto pierden en inversión municipal. Que así como Elsa les hizo de todo, fijo con Álex les irá mejor. Hay que ocuparse del tema, pero ya habrá tiempo.
El fallo del Consejo de Estado debe ser visto como una oportunidad para superar de una vez y por consenso esta larga disputa limítrofe que se reaviva por épocas.
Ante el IGAC se presentará un recurso para pedir que avance en la definición del trazado limítrofe entre los dos territorios.
Aunque se entiende que la decisión es definitiva, seguramente los asesores jurídicos del municipio de Puerto Colombia estarán buscando maniobras legales para revertirla o aplazarla. No es para menos. Se ha informado que, debido a este nuevo escenario, el recaudo tributario del municipio—fundamentalmente asociado al impuesto predial y al de industria y comercio—se reduciría aproximadamente en un 55%. Nadie se sorprendería si aparecen nuevas dilaciones.
De acuerdo a lo que he podido percibir de manera directa conversando con varios amigos que habitan y con propiedades en Villa Campestre, es su tremenda satisfacción al conocer que vuelven a vivir en Barranquilla, más que todo porque suponen y con razón, que al fin verán los resultados de una administración eficiente y confiable que podrá resolverle sus más complicados problemas