La enorme roca, que fue nombrada como 2018 GE3, se desplazó a una velocidad de 106.479 kilómetros por hora, lo que le permitió llegar hasta la luna en casi dos horas.
Este exoplaneta llamado GJ 1132b, situado a 39 años luz de la Tierra en la constelación Vela, es aproximadamente 16% más grande que la Tierra, pero está en órbita demasiado cerca de su estrella, una enana roja, para poder ser habitable.