El luchador irlandés de 30 años le habría arrebatado el aparato a un fanático en las afueras de un club en Miami.
Esta actividad es criticada por las asociaciones animalistas aunque no conlleva a la muerte del animal.
Vestidos de pies a cabeza con sus relucientes armaduras, los caballeros se embisten mutuamente con espadas reales en un festival que resucita cada año, en Serbia, el arte de las justas medievales.
Los siete combates serán en la discoteca Díscolo, a las 9 p.m.

