El perdón del coronel (r) Núñez no convence a las víctimas
Para la Procuraduría, su actuación empañó la institución. Benjamín Núñez dijo haber recibido el recado de otro oficial para que se fuera del país. Lleva cuatro meses preso.
“Si lo tuviera al frente le haría lo mismo que le hizo a mi hijo”. Esta frase, con un alto contenido de dolor y rabia, resume el sentir de Carmenza Monterroza Carmona hacia el teniente coronel (r) de la Policía Nacional Benjamín Darío Núñez Jaramillo, por haberle asesinado a su hijo Jesús.
David Díaz Monterroza y a sus amigos José Carlos Arévalo Contreras y Carlos Alberto Ibáñez Mercado la tarde del 25 de julio de 2022.
La mujer, madre de cuatro hijos, de los cuales le quedan tres, retomó sus actividades laborales en una casa cercana a la que habita en la Urbanización Villa Karen, en el corregimiento Chochó, en la que al retornar cada tarde siente el vacío de su muchacho que la esperaba.
“Era el más querido conmigo y el que me ayudaba en la casa. A veces yo llegaba y estaba barriendo, ahora llego y me encuentro con el vacío que dejó en mi vida”.
Con contundencia dice que no cree en el perdón del exoficial Benjamín Núñez “porque con eso no nos va a devolver a nuestros hijos como tampoco pagando 29 años de cárcel. Yo pensé que eran más años porque se llevó tres vidas. Fueron tres familias a las que les arrancó el corazón, como a mí que desde entonces no tengo vida”.
Agrega que para ella perdonar a Núñez primero le pedirá a Dios que le limpie su corazón, y advierte que no cree que Dios lo haya perdonado a él como este lo expresó.
“No creo en su perdón, no creo en su arrepentimiento. Él no tenía que matarlos sino llevarlos al CAI de Policía para investigar si fue verdad que hicieron algo. Que espere la justicia de Dios por lo malo que hizo”.
Ese mismo cuestionamiento al perdón que Núñez dice haber tenido de Dios lo hace Luz María Mercado Bertel, la mamá de Carlos Alberto Ibáñez Mercado, quien había sido auxiliar de Policía y llegó al sitio conocido como ‘Cruce de la muerte’ a ver por qué estaban detenidos José Carlos y Jesús David y terminó, al igual que ellos, torturado y asesinado.
“Yo no creo que Dios lo haya perdonado. Yo no lo perdono. No creo en ese perdón que no es de corazón”, anota la madre de familia que se duele no solo por la trágica partida del mayor de sus hijos, sino también por la muerte, por pesar y tristeza, de la perra Princesa, que era de su propiedad.
“Desde que mi hijo se murió ella se puso triste, que no levantaba cabeza. La miró un veterinario y siguió decaída hasta que el 15 de diciembre se nos murió”.
El animal después de la muerte de Carlos Alberto siempre esperó su llegada, “cada vez que veía llegar la moto en la que él trabajaba salía a recibirlo y al ver que no era él se guardaba otra vez metido debajo de una cama”.
Luz María le hace saber a Benjamín Núñez que lo va a odiar toda la vida porque su “mala decisión” acabó su vida, destruyó su hogar y derrumbó los planes.
“Mientras yo viva no lo voy a perdonar. Lo digo y requetedigo, no lo voy a perdonar. ¿Quién perdona a un hombre que le ha quitado la vida a un hijo de uno?”, dice.
Luz María reconoce que Núñez fue el asesino de los muchachos porque él fue quien les disparó, “pero los otros policías fueron cómplices al no decir lo que había pasado. Si ellos lo hubiesen dicho hoy no estuvieran presos. Núñez también les desgració la vida a ellos”.
Alberto Carlos Ibáñez Suárez, el padre de Carlos Alberto y esposo de Luz María, tampoco cree en el perdón y en las lágrimas de quien fuera el comandante operativo de la Policía Nacional en Sucre.
Por el contrario se ratifica en que Núñez debe pagar mínimo 60 años de cárcel y no los 29 que le tasó la Fiscalía.
“Yo pensé que eran 29 años preso por cada uno de los muchachos que asesinó, pero vamos a ver que por dos le dieron 40 meses. Yo no estoy de acuerdo en eso”, dijo este hombre en medio de su relato acompañado de lágrimas porque recuerda que su hijo quedó en irlo a buscar ese día al trabajo y no fue porque lo tenían tirado en el ‘Cruce de la muerte’, “y si yo ese día hubiese ido a ese sitio también me hubiera matado porque él era don Núñez”
Agrega “que lo perdone Dios si puede perdonarlo”, y le pide a la juez cuarta penal del circuito de Sincelejo que no avale ese preacuerdo de 29 años de cárcel.
En este mismo sentido se refirió Rodolfo Contreras Tapia, tío de José Carlos Arévalo Contreras y quien en nombre de las tres familias víctimas de esta masacre asistió recientemente a dos encuentros, regional y nacional, de víctimas de hechos policiales.
Rodolfo ha sido la voz de su hermana Rosiris, madre de José Carlos, que aún no se repone de lo sucedido, e hizo saber que no cree en ese perdón.
“En ningún momento nosotros nos mostramos de acuerdo con eso que él (Núñez) solicita porque allí no estamos hablando de la muerte de unas gallinas, sino de tres jovencitos, por eso hemos exigido desde un principio que sea la máxima pena, que en Colombia es de 60 años, y aún así sería injusta en este caso de 3 jóvenes que él asesinó”.
Le cuestiona a Núñez el arrepentimiento que muestra después de largos 6 meses por un hecho que debió pensarlo en un trayecto de 5 kilómetros que distancian a Sampués del sector del ‘Cruce de la muerte’ y con el que le desgració la vida a más de uno, entre ellos “a sus compañeros, a la misma institución y a nuestras familias. Esas lágrimas si son de arrepentimiento que lo perdone Dios, pero acá, en la tierra, tiene que cumplir con la justicia, pagar por lo que hizo. Y si hay que apelar esa pena se hace porque Núñez no debe tener esas garantías que al final se traducen en unos 5 años de cárcel con redención de pena por estudio y trabajo”.
Rodolfo, un reconocido líder del corregimiento de Chochó, pide confiar en la justicia y esperar a que el 31 de marzo brille la justicia y ese preacuerdo que lo favorece no sea aprobado, y que él diga toda la verdad.
