Rodolfo Contreras Tapia, tío de Carlos Arévalo, uno de los tres jóvenes que fueron asesinados en el corregimiento de Chochó el pasado 25 de julio, explicó que tras el crimen el pueblo ha estado sumido en una gran tristeza de la cual es 'difícil recuperarse'.
Según el hombre, en el corregimiento de Chochó rara vez se registran hechos de violencia y que, mucho menos, se vean envueltos los jóvenes natales del caserío.
'Una acción como esta no puede empañar el nombre de un buen pueblo. Aquí la gente se muere de vieja, no porque la asesinen', sentencia el tío Rodolfo, que es un líder comunitario de Chochó.