No en vano Sucre-Sucre, fue uno de los sitios de residencia del creador de Macondo, Gabriel García Márquez.
Desde que inició el crudo verano, en octubre de 2015, el caño Mojana, por donde suelen transportarse, se secó y los habitantes que quieren entrar o salir del pueblo deben cruzar once portones.
El transporte fluvial solo es posible de Magangué hasta San Antonio (Bolívar) donde se encuentra un improvisado puerto y de ahí hasta el municipio sucreño por tierra.
Aunque hay otra alternativa, por la vía de San Marcos, los nativos prefieren esta trocha donde alternan espacio con ganado y animales de corral.
La razón principal para escoger esta alternativa es el tiempo pues aunque es más incómodo, de la cabecera hasta San Antonio tardan cerca de una hora y cuarenta minutos, y el mismo tiempo de ahí hacía Magangué en flota; caso contrario si deciden viajar por San Marcos que tiene una duración de seis horas, solo por tierra.
También tienen en cuentas los gastos toda vez que por el primer recorrido el valor no supera los 35 mil pesos, mientras que por el otro, en oportunidades, asciende los 50 mil pesos.
Odman Campo, líder y veedor del municipio, manifiesta que los conductores de los buses llevan agua y dulces para entregarles a los niños y adultos que se encargan de abrir los portones que hacen parte de fincas habilitadas para que transiten los vehículos en época de verano.
'Nosotros estamos acostumbrados a esto, a lo que no estábamos acostumbrados era a que el verano durara tanto, ya para esta época los buses y jeep eran guardados y salían de nuevo las canoas, lanchas y planchones de Magangué directo a Sucre', explicó el líder.
Para los nativos estos cruces entre portones es un hecho cotidiano, caso contrario para todo aquel que llega a este municipio que pese a lo apartado y olvidado por el Gobierno Nacional, tiene su encanto; más allá de su gente y la belleza de su entorno, esconde un secreto a voces, fue el sitio de residencia de la familia Nobel y todavía hay muestras de ello en cada rincón.
'Es que todo lo que aquí sucede inspiró a Gabo, la gente, las casas, el puerto y lo pintoresco de cada cosa que pasa en este municipio', aseguró Isidro Álvarez, docente e historiador del municipio.
Los nativos y visitantes seguirán atravesando los once portes para llegar y salir de Sucre mientras perdure la sequía y el Gobierno pone la mirada hacia este pedazo de Macondo.