Eva Muñoz y el Evaverso, un espacio de libertad y placer sexual | Lascivia, Lujuria y Deseo de Wattpad

'Aquí el sexo es lo contrario al deporte. Del fútbol todo el mundo habla, pero casi nadie lo juega. Del sexo, en cambio, todos lo hacen, pero nadie quiere hablar de ello', dijo una vez un médico a una sexóloga musulmana en el Cairo.

Al otro lado del mundo, lejos de Egipto, el sexo prematrimonial, aunque en menor medida, sigue siendo un tabú. Los jóvenes en Latinoamérica aún ven el matrimonio como un boleto a la adultez porque si no te casas, no puedes dejar la casa de tus padres, y no se supone que tengas sexo, y definitivamente no se espera que tengas hijos.

En Colombia, aquel patriarcado donde los hombres son hombres y se espera que las mujeres lleguen con su himen intacto al matrimonio, la educación sexual es una quimera en el colegio y al interior de las familias. Tanto así que, en una cotidiana escena de padres e hijos viendo una película, las escenas eróticas pasan a la velocidad de la luz.

Sin embargo, en medio de todo este oscuro abismo entre apariencia y realidad, personas como Eva Muñoz llegan a salvar el mundo desde la creatividad y la imaginación.

Monteriana, con apenas 28 años, Eva es una escritora que aún no cree su exitosa realidad. Con más de 200 millones de lectores en Wattpad, es la autora de una saga de libros eróticos de ficción llamada Pecados Placenteros donde Lascivia, Lujuria y Deseo forman parte, cada uno, del pilar de un sueño compartido.

'Yo trabajaba en un banco. Era quien preguntaba a la gente ‘¿quieres una tarjeta de crédito?’ esa era yo', narra Eva con nostalgia debido a un pasado ya inexistente, no porque le gustara su trabajo, sino porque, en definitiva, no le gustaba.

A pesar de ello, era una mujer que, como todos, seguía los planes que la sociedad susurra seguir. Entonces si alguien tiene experiencia en asesoría comercial, el siguiente paso es formarse en mercadeo y ventas; así como el paradigma común y casi que automático de estudiar, trabajar, casarte y tener hijos.

'Yo estudié mercadeo y ventas más que todo porque había empezado a ser asesora comercial. Pero lo odié, lo odié cada minuto de mi vida', cuenta Eva entre risas, evocando el sufrimiento generalizado de desperdiciar la vida en lo que no apasiona.

Aunque costeña de sangre y corazón, Eva ha vivido 19 años de su corta vida en la fría Bogotá. Y, a diferencia de muchos, la pandemia de covid 19 fue la oportunidad perfecta que la vida le dio para refugiarse en su casa y ayudarla a hacer lo que más le gusta en la vida: escribir y, aún mejor, escribir sobre erotismo.

'Primero empecé a hacer una novela sobre mafia porque pensé que con la milicia me complicaría mucho. Escribí 10 capítulos, pero luego retomé lo que realmente me gustaba, esta historia de militares sexys', detalla Eva con tranquilidad tras haber hecho lo que su corazón quería en realidad.

Y, lo que inició como una actividad de entretiempos, se convirtió en algo serio. Lascivia salió en un año y, seguidamente, Lujuria. Y los 40 lectores con los que inició se fueron multiplicando cada tanto hasta convertirse hoy día en una de las autoras más leídas en su género en Latinoamérica.

'Creo que mi mamá me lo comentaba hace poco. Me dijo: ‘es que tú no te crees que tengas tantas lectoras’'. Y tiene razón. Eva aún no puede digerir que millones de personas alrededor del mundo se identifiquen con Rachel James, Bratt Lewis y Christopher Morgan. Aún una parte de ella se ve como aquella joven que escribe solo por 'molestar'.

La finalidad de Eva con sus escritos nunca fue inducir a la reflexión sobre la frivolidad en el amor o las relaciones de dominio y poder. Decir lo contrario sería mentir. Sin embargo, los personajes desarrollados por ella y la interacción que han tenido conforme avanzan en la saga, ha hecho que millones de personas alrededor del mundo se sientan identificadas con lo que entre páginas sucede.

'Rachel (personaje ficticio) tiene una frase que me gusta mucho y es ‘sabemos lo fuerte que somos cuando ser fuertes es la única opción’', cita Eva, haciendo ver que sí, el erotismo y las problemáticas de posesión entre relaciones hacen parte importante de la trama, pero que alrededor de esta se forman personajes resilientes, reales y con problemas emocionales por resolver no muy distintos a los nuestros.

Eva se encontraba en una especie de oficina desde su casa en Bogotá a la hora de la entrevista. Detrás de ella destacaban estanterías repletas de libros, posters y curiosos detalles que sus seguidores le envían cada tanto y que ella colecciona con aprecio.

La cuasi cachaca, de tez oscura y apariencia amable, se hizo un grupo grande de lectores fieles y batió récords con la novela sobre Emma James. Asimismo, hizo presencia en Madrid en el 2021 con sus libros, para luego viajar a Perú, Ecuador y México donde tuvo la oportunidad de conocer a sus fans de todo el mundo.

'Tengo la suerte de haber tenido este alcance a mis 28 años y apenas con mi primer libro', agradece Eva sabiendo que para algunos menos afortunados el triunfo tarda o nunca llega.

El género erótico es un secreto a voces. Las personas aman su lectura y disfrute, pero temen ser vistos con un libro sexual en la mano tanto como con un vibrador en el bolso.

Asimismo, la literatura erótica está muy subestimada. 'Se nos tilda de que no somos escritores o lectores de verdad. Sin embargo, siento que la lectura erótica trae muchos beneficios, como que desarrolla la creatividad e imaginación', destaca Eva defendiendo su género literario favorito.

De acuerdo con la experta en sexualidad Shereen El Feki, para conocer realmente a un pueblo o sociedad es necesario comenzar por mirar dentro de las habitaciones de la gente, porque lo íntimo está directamente relacionado con lo público y el desarrollo político del mundo.

'Todos tenemos fidelizado el amor de alguna manera, y creo que entrar, despejarte y leer un libro que te sonroje y te excite, es algo muy bonito', expresa Eva sobre los beneficios de este tipo de literatura.

Trascendiendo el entretenimiento carnal, leer y escribir sobre erotismo trae grandes ventajas. Una de ellas es que estimula la imaginación y creatividad más que con otros medios visuales como filmes o imágenes.

La autoexploración y autoconocimiento se potencian a partir de la lectura erótica. Los lectores que se sumergen en las historias, se permiten conocer mejor sus preferencias sexuales personales, oportunidad que aumenta su autoestima y comunicación a la hora de plantear las necesidades entre pareja.

Y, como si fuera poco, reduce el estrés. 'La experiencia de leer, de hecho, es un muy bonito pasatiempo', señala Eva, agregando que la lectura del erotismo no es una excepción. La liberación de endorfinas y la excitación mental que se experimenta al leer este tipo de narrativas, pueden tener un impacto positivo en el bienestar emocional y físico.

'Me ha costado bastante desarrollar la disciplina de un escritor', lanza Eva con un espíritu de honestidad casi que envidiable. Su labor, más allá de estar dedicada a ser escritora tiempo completo, se comparte con el oficio de la maternidad.

Algo similar a los editores, a quienes les pagan por leer libros y artículos, pero cuando llegan a sus casas, pueden ya no encontrar placer al leer libros de su interés. O como con las prostitutas; siempre preocupa que ya no disfruten el sexo cuando dejan el oficio.

'Hacer lo que amas es algo espectacular, pero de vez en cuando extraño un poco tener las ansias de escribir todo el día', confiesa Eva, dejando entrever la paradoja de que tener la posibilidad de hacer algo libremente, debilita las ganas de hacerlo.