“El Bullying hacia mi mamá nunca se acabó”: Carolaine Torres
EL HERALDO conversó con la hija de la repostera que se hizo viral en redes por la elaboración de un pudín de Mickey Mouse. Expertos analizan el acoso cibernético.
La vida de Marjorie Cantillo cambió rotundamente en abril pasado, cuando en redes sociales se viralizó un video en el que se mostraba un pudín inspirado en Mickey Mouse. Este fue realizado por ella, y los cibernautas no pararon de burlarse por el aspecto del mismo.
Desde el momento que su trabajo quedó expuesto en la palestra pública, nada volvió a ser como antes. La Marjorie sonriente, alegre y buena bailarina quedó atrás, las consecuencias psicológicas y la depresión se apoderaron de ella.
A partir de ahí su salud mental se vio afectada por las críticas, burlas, mensajes y demás situaciones que se fueron presentando con el correr de los días y el aumento de las visualizaciones del video que fue replicado rápidamente.
La mujer fue internada en una clínica desde el 9 de agosto y falleció el domingo 28. Era madre de cuatro mujeres. Según manifestaron sus familiares, “sufrió cinco paros respiratorios y una trombosis. Sin embargo, no nos han querido entregar la historia clínica”.
EL HERALDO contactó a Carolaine Torres Cantillo, hija mayor de la mujer, quien explicó el viacrucis que padeció su mamá debido a los constantes acosos y comentarios que recibía, además de la historia que hay detrás de la creación del pastel.
Según explicó Torres Cantillo, a su mamá, el cliente que pidió el pudín la contactó vía Marketplace de Facebook, e insistió en que debía hacerse con rapidez junto a unos cupcakes. Aunque inicialmente la postura de Marjorie era no hacerlo puesto que el tiempo para realizarlo no era el mejor, accedió, debido al afán que tenía el comprador.
“El pudín lo hizo fue mi hermana que no es repostera, no sabe decorar, por ayudar a mi madre que se estaba demorando en una cita. Mi mamá como profesional que era dijo que no lo iba a entregar, pero él siguió insistiendo a pesar de que el pudín tenía la cabeza un poco extraña. Él se lo llevó con la intención de burlarse y avergonzarla”, dijo a esta casa editorial.
Carolaine Torres recordó a su progenitora antes del suceso del pudín. Para ella, la característica que más definía a Marjorie era la alegría que tenía, esa capacidad de poder alegrar cualquier fiesta o celebración familiar.
“La recuerdo siempre alegre, amorosa, llena de vida, era el alma de la fiesta. No tomaba, pero le gustaba bailar, era muy buena bailarina. Sabía cómo llegar al corazón de sus hijas”, rememoró Carolaine.
Asimismo, puntualizó que nunca antes se había presentado una situación similar, que por el contrario su mamá era “muy tranquila, alegre, vivía sin problemas, fue muy emprendedora, vendía sus productos y todo transcurría con normalidad”.
Según explicó Carolaine, el acoso hacia su madre nunca se detuvo. “Le escribían para pedirle pudines y cuando ella decía que sí le mandaban imágenes vulgares y la insultaban. Incluso en la clínica, días antes de morir, la llamaron dos veces a molestar. Nunca dejaron de hacerle bullying. En las redes frenó un poco, pero por teléfono nunca se acabó. A mi mamá la humillaron demasiado. Cuando le devolvieron el pudín lanzaron piedras a su casa, por lo que mi mamá se alteró y terminó resbalando por las escaleras”.
Asimismo, recordó que el último pudín que hizo Marjorie fue para su nieto de seis años, hijo de Carolaine. “Fue el 21 de julio para celebrar el cumpleaños de mi hijo, porque ella ya no estaba vendiendo pudines. Debido a lo que pasó se le cayeron las ventas y con el matoneo que le tenían nos dijo que no iba a vender más pudines y que solo los haría para su familia”.
Luego del suceso, gracias a las ayudas que recibió pudo retomar un poco su vida; sin embargo, nada volvió a ser como antes.
Las ayudas que recibió Marjorie vinieron de muchas partes. Una de esas fue de la Escuela Gastronómica Chef Caparroso, que le ayudó a seguirse capacitando, ofreciéndole un curso de pastelería enfocado en la preparación y decoración de tortas.
“Todo se originó debido al apoyo que ella recibió a través de un familiar que es Rafael Caparroso, y a través de él pues hizo el contacto con nuestra escuela y decidimos apoyarla. Lógicamente su reacción fue de alegría. Lo que pudimos observar era que realmente tenía las ganas de querer mejorar sus procesos y conocimientos con relación a la pastelería”, indicó Jairo Muñoz Caparroso, director de la escuela.
El ciberacoso ha sido una problemática compleja en el país. Colombia ocupa el puesto número diez de países en el mundo con más casos de ciberbullying en niños. Esto, según datos recolectados por la ONG internacional Bullying Sin Fronteras, entre enero de 2020 y diciembre de 2021.
Aunque estas cifras solamente contemplan a niños, la situación acapara todos los rangos de edad.
La doctora en Psicología Olga Hoyos De los Ríos, en conversación con EL HERALDO aseguró: “Hay unos efectos que tienen que ver con la salud mental, hay una baja autoestima, puede darse una situación de depresión, ansiedad y dificultad para establecer esas relaciones interpersonales que le permitan salir adelante y, en casos extremos, desenlaces como el suicidio”.
La docente de la Universidad del Norte agregó que “la búsqueda de apoyo para atender la salud mental es fundamental. También el tener unas redes sociales positivas, un grupo de apoyo en el que la persona pueda encontrar ciertos refugios y fortaleza, es muy importante”.
Por su parte, María Eugenia Sarmiento, psicóloga clínica, magíster en Psiconeuropsiquiatría y Rehabilitación, hizo un llamado para que los ciudadanos “tomen conciencia de que no deben participar en el acoso, aun cuando otra persona lo pueda incentivar. Se debe ser empático, si a mí no me gusta que me hagan eso, tampoco me debe gustar que lo hagan a los demás, porque la burla, la humillación y el desprecio afectan las emociones y la autoestima de una persona”.
El Centro Cibernético de la Policía Nacional informó que en 2021 se registraron 325 casos de denuncias por ciberacoso.
No obstante, según María Catalina Moreno, abogada experta en justicia Constitucional, género y libertad de expresión, “en este momento en el Código Penal u otra norma, no existe alguna disposición de violencia digital, esto hace que sea muy difícil que las autoridades se tomen en serio estos delitos”.
Sin embargo, en días recientes, la Corte Constitucional le solicitó al Congreso de la República una regulación sobre la prevención, protección, reparación, prohibición y penalización de la violencia de género digital.
Esto a raíz de un vídeo, ocurrido en Bogotá, en el cual una mujer fue grabada mientras orinaba y fue difundido vía WhatsApp. Esto, con el que casos como este y el de Marjorie no se vuelvan a repetir.
En ese sentido sostuvo que “aunque pudiera pensarse que el ciberacoso podría caber dentro del delito de acoso y hostigamiento, la falta de atención hace que difícilmente sea un delito perseguido. Además que no se le da la importancia al impacto que puede tener ese tipo de violencia”.
Por su parte, el sociólogo Jair Vega comentó que “el tema con las redes sociales ha venido tomando fuerza en ciertas tendencias de acosar a las personas en diversos factores. Esto genera una consecuencia negativa en las personas, por algo que pudiera ser un juego o que pudiera también ser malintencionado”.
Y que además, “el anonimato es una de las características del ciberacoso, porque muchas veces no se conocen a las personas de las cuentas. Las personas se aprovechan del anonimato porque no tiene consecuencias”.
