Dolce & Gabbana deslumbra en Venecia
La colección Alta Moda fue presentada ante 400 invitados de lujo entre actrices, modelos, disfraces y góndolas, en la plaza de San Marco de la hermosa ciudad italiana.
Alta Moda, Venecia, celebridades, belleza y Dolce & Gabbana. El plato estuvo servido este fin de semana de la mano de súper estrellas como Jennifer Lopez, Helen Mirren, Heidi Klum, Jennifer Hudson o Kitty Spencer, que hicieron parte de una selecta lista de 400 invitados.

“Es un homenaje a Venecia. La Alta Moda ha renacido después de dos años de covid: no es solo ropa; es una forma de vida, un grupo de gente”, adelantó Domenico Dolce en una rueda de prensa previa al gran desfile que tuvo como marco la plaza de San Marco.
Nuevos talentos de las pasarelas como Deva, hija de la actriz Mónica Bellucci; Emmeline, hija del actor Christian Bale; y Leni, heredera de Heidi Klum, hicieron parte del desfile de la pasarela representando “la nueva generación de la alta costura”, agregó el diseñador italiano y cofundador de la prestigiosa marca.

Así, “las sedas, los brocados, los terciopelos, los vidrios y cristales, los bordados y las preciadas telas engalanaron las dos famosas columnas de granito de San Teodoro y San Marcos, que atestiguan aún más la naturaleza extraordinaria de este mirador exclusivo”, relató Dolce & Gabbana en su página web para describir su colección Alta Moda.
La colección, como lo destacó Kitty Spencer, representa “el impecable y excepcional trabajo de la artesanía italiana (...) la auténtica expresión de la moda hecha a mano, una exquisita y atemporal interpretación de la excelencia italiana”.
Al caer la tarde del domingo, después de que el último de los 400 invitados de lujo se sentó, se dio inicio a la pasarela tapizada en rojo en la plaza de San Marco. Antes de que las modelos desembarcaran en góndolas, según medios europeos como El País, la ganadora del Óscar en 2007, Jennifer Hudson, interpretó la canción Nessun Dorma.
Luego de esto todo fue brillo y alta costura bajo el cielo veneciano, que al final derramó su lluvia sobre los presentes, quizás, festejando su aniversario 1600 o el olvido de la pandemia.