32 ‘diablos’ fueron los anfitriones de la Gran Parada de Tradición
Carnaval S.A. rindió homenaje a esta danza, que hace parte de la fiesta desde el año 1967.
A lo lejos se divisaron los candelazos, haciendo saber al público del cumbiódromo que habían llegado los diablos que, con su majestuoso talento, han sido el centro de la atención en los eventos del Carnaval de Barranquilla durante más de 50 años.
“Son los Diablos Arlequines”, dijeron los presentes, alistando sus lentes para capturar el momento exacto en el que una chispa de llama terminaba convertida en una gran nube de fuego.
La particularidad de esta tradicional danza del Carnaval es que, en cuestión de segundos, el queroseno que brota de los labios de cada diablo pasa a ser una llamarada efímera que da la impresión de que estos personajes escupen fuego por la boca.
Por esta práctica, que nació en el municipio de Sabanalarga y se integró oficialmente en 1967 a los desfiles de las carnestolendas de Barranquilla, se decidió que los Diablos Arlequines fueran los anfitriones de la Gran Parada de Tradición 2022.
Pese a que generalmente son 16 danzantes quienes participan en los eventos de Carnaval, en este desfile, la cantidad de diablos fue duplicada para deleitar a los presentes con un espectáculo de gran magnitud integrado por continuas ráfagas de fuego y así demostrar que fueron los dueños de esta edición del recorrido de tradición.
Con el vestuario tradicional de los Diablos Arlequines –conformado por máscara de diablo adornada con espejos, traje de arlequín multicolor, castañuelas y espuelas en los zapatos– Gastón Polo, actual director de la danza, expresó que al recibir la noticia de que serían los anfitriones de la Gran Parada de Tradición 2022, sintieron “un orgullo que no les cabe en el pecho”.-
“Significa mucho para nosotros estar recibiendo este homenaje porque se está exaltando una parte del patrimonio cultural y folclórico del Atlántico”, dijo Polo mientras precedía la danza de los diablos, monitoreando los movimientos de cada uno de los danzantes.
De la boca del director de los ‘diablos’ también salió un poco de historia sobre la danza. Remontándose a la época colonial en el país, Polo contó que la particular danza fue “introducida por los españoles” en aquel momento de la historia nacional.
Luego, en 1937, un bailarín de Sabanalarga decidió incluir entre sus coreografías parte de aquella danza de la colonia, esperando a que Apolinar Polo –padre del actual director– la acogiera y se encargara de posicionarla en la festividad más importante de Colombia.
Es así como el relato de Gastón dejó entrever que la danza de los Diablos Arlequines es una herencia que ha trascendido a varias generaciones y que, actualmente, tiene un espacio importante en el proceso de enculturación de los más pequeños de la familia Polo; los ‘diablitos’ encargados de preservar el legado de los ‘diablos’ en el Carnaval de Barranquilla y la cultura Caribe en general.
“Desafortunadamente, mi padre no pudo llegar a presenciar lo que en la danza de los Diablos Arlequines hemos estado construyendo. Tuve la intención de fundar un semillero de ‘diablos’ dentro de un proyecto que incluye a otras danzas tradicionales, con el propósito de que el legado perdure en el tiempo y nunca muera esta danza en el Carnaval”, ratificó el director, agregando que la preservación del legado “ha sido una prioridad familiar”.
