Convencida de que el agradecimiento es el mayor develador de la belleza, Adriana Eslava, una de las presentadoras de televisión colombiana más populares en la década de los noventa, presenta su primer libro con la intención de reflexionar acerca del valor de la imperfección.
Un tanto desaparecida de la vida pública, la ahora escritora regresa para contar lo que ha sucedido con ella durante todos estos años, principalmente el camino interior que le ha tocado recorrer no solo para llegar al autorreconocimiento y la valía del amor propio, sino también para convertirse en luz en el camino de los que la necesitan.
El 25 de noviembre de 1987, Eslava sufrió un atentado que le cambiaría la vida. Recibió un disparo a menos de un metro de distancia que le destruyó la órbita y el ojo derecho, y la obligó a llevar un parche desde ese momento.
En el libro Soy Adriana Eslava: El valor de la imperfección hace un recuento de los momentos más importantes de su vida y muestra cómo su relación con Dios y la Virgen María ha sido fundamental en su proceso.
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Encontrarse en la calma
En entrevista con EL HERALDO, Adriana Eslava mencionó la forma en la que se encontró a sí misma. 'Mi infancia estuvo enmarcada por los condicionamientos sociales, si bien no era específico lo que ‘debía ser’, si es cierto que la sombra de mis padres, en especial la de mi madre, que había sido una mujer muy hermosa, si era capaz de construir una cierta atmósfera guiada a lo que yo debía ser, aunque en realidad eso jamás lo sentí en casa'.
Sobre el apartado de la belleza, Eslava la entiende como lo imperecedero e intangible.
'A raíz del atentado que me hicieron encontré lo que buscaba en mi belleza interior y en la forma en la que me relacionaba con el otro, además de una particular estética en la calma y la serenidad'.
Adriana aseguró que si bien la pasión por escribir estaba entre sus presentes, la vida la sorprendió cuando descubrió su relación con las letras.
'Una de las cosas más sorprendentes de todo este proceso ha sido la forma como llego a escribir. Siempre quise hacer un libro, y la gente me lo decía también, pero yo no encontraba un tema para hacerlo, parecía evidente, pero para mí no lo era, hasta que un día me tropiezo con el acto del servicio, esa fue mi revelación'.
La hija del torero Pepe Cáceres y la reina de belleza Olga Lucía Botero cuenta que estaba conversando con unos amigos y ellos organizaron un espacio para convocar a personas que habían tenido algún tipo de accidente físico.
'Me pusieron a contar mi testimonio y ver a esas 700 personas conmovidas con mi historia y con la necesidad de superarse, eso fue lo que me hizo sentir que era indispensable que yo compartiera mi testimonio a todo el país'.
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¿Y cómo hago eso?
El mayor reto de Adriana estuvo enmarcado en el ¿Cómo comienzo? 'Yo sabía de Diseño de Interiores, que fue lo que estudié, y de la presentación, que era mi gran pasión, pero escribir requería de una habilidad'.
Pasado el tiempo y consecuente con su fe, Eslava menciona que le llegó parte de un mensaje divino. Uno de sus amigos más cercano, que es editor de literatura y responsable de una editorial, le pide escribir, y aunque ya ella tenía una idea, el conflicto persistía porque sentía que le hacía falta una idea central en la cual soportar su libro.
'Todo era confuso, pero cuando él, que es ateo, me dice, ‘Adriana, escribe de lo que tú sabes, de Dios’, yo quedo sorprendida, y me pregunto: ‘¿Cómo él siendo ateo me pide esto?’, ahí dije, esta es una señal divina, lo voy a hacer y comencé a escribir'.
Su paso por la televisión
Adriana Eslava debutó como presentadora en el magazín ‘7:30’ en 1990. Tiempo después presentó con Félix de Bedout el noticiero ‘NTC’ y se convirtió en la imagen de ‘Quórum’, el informativo del Congreso a mediados de los años 90.
'Creo que esta experiencia fue crucial para llegar al momento de mi vida en el que estoy, mostrarme ante el país tal cual soy y naturalizar mi imagen sirvió de espejo no solo para mí, sino que arrancó este proceso de concientización social de equidad'.




















