Durante esta etapa, que suele ubicarse en plena adultez, el bienestar puede caer entre un 5 % y un 10 %, según estimaciones del estudio.
Durante el sueño, el cuerpo regula procesos como la presión arterial, el ritmo cardíaco y la actividad del sistema vascular.
Los investigadores destacan que este tipo sanguíneo parece ofrecer cierta resistencia natural frente al deterioro asociado con la edad.
En general, las personas con este trastorno suelen tener dificultades con la memoria de trabajo.