Una ficha de lego amarilla fue el primer ‘micrófono’ que amplificó la melodiosa voz de Gabriela Pérez cuando no tenía más de cuatro años. En ese momento estaba de moda la película Camp Rock de Disney Channel y la canción This is me, interpretada por Demi Lovato, retumbaba en cada rincón de su casa cantada en un 'idioma original'.
'This is pi, this is pi', tarareaba la pequeña frente al espejo mientras la cámara del celular de su hermano Ricardo grababa la que sería una de las primeras interpretaciones de Gabriela, y él se reía de sus ocurrencias.
Llegó a la familia 11 años después del nacimiento de Ricardo y su espera fue 'un milagro, luz y vida'. 'El día que el médico realizó la ecografía y nos dijo que venía con una condición genética, sí hubo preocupación, no por el hecho de que fuera diferente, sino por saber cómo se afrontarían algunas situaciones', comenta Édgar Pérez, padre de Gabriela.
Añade que aunque en un principio hubo preocupación, ella misma les ha enseñado que no hay nada diferente y que por el contrario es un destello de vida. 'Gabriela es el amor de mi vida, enamora a todos con su carisma y personalidad. Siempre le digo que si la gente la quiere no es porque le tenga lástima, sino por lo que transmite'.
Hoy tiene 13 años y está ‘sufriendo’ los cambios de la adolescencia. 'Con el tiempo me he estado cerrando porque estoy cambiando y ajá, esta etapa es así. Le presto más atención a las cosas y tomo en cuenta lo que pueda considerar la gente, por eso a veces me cierro, pero en la casa sí soy un huracán. Soy full hiperactiva'.
Sus ojos color miel, a juego con su cabello, son como un reloj que hipnotiza. Su mirada fija penetra en la cabeza de las personas como si pudiera leer las mentes. Así, mientras analiza todo con detenimiento, cuenta que tiene muchas pasiones que comparte con su papá, quien está 'en el mismo nivel de amor que le tiene a su mamá'.
'Me gusta mucho la música. Todo lo tengo que hacer escuchando a mis cantantes favoritos, que son muchos. El inglés y jugar fútbol son otras de mis pasiones', cuenta.
Desde que cantaba 'this is pi' por toda la casa, su padre, que es músico y tiene una orquesta, supo que tenía buen oído, por eso empezó a motivarla y a enseñarle a cantar, además de meterla en clases de piano. 'Gaby canta hermoso, pero ahora le da pena. Antes era más abierta a cantar en público'.