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Partido ‘trampa’, de esos que son una ‘piedra en el camino’. No era solo luchar contra los 2.900 metros de altura de Ipiales —mucho más que Bogotá—, sino contra un viaje pesado —el grupo se tuvo que dividir en dos para llegar al municipio nariñense— y una cancha impresentable para el fútbol profesional colombiano.

A todo eso tuvo que sobreponerse Junior, que terminó sucumbiendo ante el Deportivo Pasto por la mínima diferencia (2-1). El ‘Tiburón’, que no contó ayer con Cetré, Teo y Cantillo, le dice adiós a un pequeño invicto de ocho fechas consecutivas en la Liga cinco triunfos y tres empates—, que le sirvió para acentuarse dentro del ‘grupo de los ocho’.

Duelo duro, apretado, parejo, pesado. Junior no se había terminado de acomodar en la cancha, cuando Germán Mera, desconcentrado, detuvo un balón con la mano dentro del área y el árbitro Carlos Betancur no dudó en sancionar como penal. El cronómetro marcaba solo 30 segundos y ya había que remar en contra de la corriente. Andrey Estupiñán (25 años) ejecutó el disparo desde los doce pasos y puso el tempranero 1-0 en la pizarra.

Al ‘Tiburón’ le costó reponerse de ese golpe. Sabía que se le venía un partido largo, trabajado e intenso por delante.

El Deportivo Pasto insistió, pero Viera y la mala puntería le jugaron en contra. El arquero uruguayo le sacó un disparo a Ponce, ahogando el grito de gol, y Estupiñán erró un remate con el guardameta vencido y el arco a su disposición.

Y como dice el viejo adagio futbolero, ‘el que no los hace, los ve hacer’... y mucho más con este Junior, que vuelve a estar dulce adelante. En la primera de los rojiblancos, Daniel Moreno infló la red pastusa, con un disparo cruzado que dejó sin opciones al arquero Carlos Mosquera.