
Clímaco Pastor Pitalúa Villalba, de 58 años, el hombre que logró escapar del comando armado que el jueves 17 de enero a las 9:00 de la noche se tomó la vereda Santa Isabel del Río Manzo, Tierralta, habló con EL HERALDO y dijo que los delincuentes que se llevaron a varias personas, se hicieron pasar por miembros del Ejército.
“Nos dijeron: somos del Ejército… Yo por eso saqué mis papeles y se los entregué. Me tiraron al suelo y me dieron trompadas y patadas. Ya yo estaba resignado a morir. Tengo las costillas negras, fractura en el brazo izquierdo y golpes en todo el cuerpo”, relató Clímaco mientras se recupera en una clínica de Montería a donde fue remitido desde el hospital San José de Tierralta después de escapar a través de la zona selvática del Nudo del Paramillo.
Relató que es residente en el perímetro urbano de Tierralta pero ese jueves la noche lo sorprendió en El Manso y debió quedarse. Los hombres armados – cuyo número exacto no precisó – ingresaron repentinamente cuando él dormía en la casa de unos amigos.
“Llegaron a la vivienda donde yo estaba y ahí mismo comenzaron a meter a los rehenes. Yo salí huyendo. No sé cuántas personas llegaron a sacarme porque yo estaba durmiendo, tenían armas, pero afortunadamente logré escapar”, contó el convaleciente campesino.
“No sé cómo mi Dios me dio valentía para empezar a correr. De repente me sentí estaba en el monte. En el momento como que no había nadie, porque yo salí corriendo y no se dieron cuenta No me chucé siquiera los pies. Tomé una balsa, comía en las casas que encontraba, tardé cuatro días en esa situación hasta que llegué a Puerto Frasquillo donde me resguardó el Ejército”, dijo Clímaco, quien además es el presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Santa Isabel.
No sabe si hubo masacre. Pitalúa no sabe si después que él escapó hubo masacre, incertidumbre que trasnocha a las autoridades de este Departamento.
“Después de haberme escapado ha podido ocurrir cualquier cuestión. Pero no le puedo decir que sí, o que no, porque no la vi”, argumentó, tras advertir que los hombres nunca se identificaron como miembros de las Farc y tampoco de Los Urabeños.
De acuerdo con el líder comunal, días antes se rumoró en Santa Isabel que los paramilitares llegarían al pueblo para sacar a los campesinos, tal como sucedió la noche de ese jueves.
Recuerda que entre los desaparecidos hay una pareja que estaba recién llegada a la población de El Manso. Solo sabe que el hombre es de apellido Fuentes y es natural de Tierralta.
Los delincuentes llegaron sin lista en manos y escogieron a los rehenes al azar. Justo allí cayó Clímaco, quien advierte que no tiene problemas de ninguna índole. “Si los tuviera no fuera líder comunal”, advirtió.