“En algunos momentos en vez de mejorar estaba empeorando”: Luis Escaf
Al mismo tiempo el oftalmólogo de 68 años luchó en coma inducido contra el coronavirus y la influenza A H1N1.
El 17 de marzo de 2020 el médico oftalmólogo Luis Escaf empezó a sentir los primeros síntomas de Covid- 19. Cuando su situación se agravó, como le sucedió a millones de personas en el planeta y el Caribe, entró por 10 días en un coma inducido en la Unidad de Cuidados Intensivos de una reconocida clínica de Barranquilla.
Cuenta el especialista que inicialmente solo sintió fiebre y un malestar general que para muchos de sus colegas era un resfriado. Dentro de su organismo el médico estaba desarrollando el virus que afectó severamente sus pulmones, a tal punto de necesitar un proceso de intubación. La idea, cuenta, era que sus vías respiratorias se mantuvieran abiertas para recibir el oxígeno necesario.
“Inicié con cinco días de fiebre, con malestar general. Yo llamaba a médicos amigos y me decían que podía ser una gripa o un resfriado, ahí se perdió un tiempo importante. Decido ir a la clínica por mis propios medios cuando ya tenía ocho días con los síntomas y casi de inmediato, el mismo día que llegué me pasaron a la UCI, porque ya tenía compromiso pulmonar”.
Curiosamente, a pesar de que el médico tenía todos los síntomas de la enfermedad, las primeras pruebas de Covid-19 que se realizó le arrojaron un resultado negativo —antes de ser hospitalizado— pero estando ya en la UCI le hicieron una prueba de aspiración bronquial que determinó que era un paciente positivo para coronavirus y que además también era portador de la influenza conocida como A H1N1.
El oftalmólogo, de 68 años, que hoy cuenta su historia con mucha gratitud por la suerte que corrió, dice que lo más duro fue la angustia que sintieron su esposa y sus hijos cuando estuvo en UCI. En la parte más crítica todo el tiempo él estuvo inconsciente.
“Yo no viví ese proceso pero mis familiares sí y fue muy angustioso para ellos porque en algunos momentos en vez de mejorar estaba empeorando. Fue un momento muy duro porque ni siquiera me podían ver porque estaba totalmente aislado”.
Entre esos días de angustia y al no ver mejoría los médicos tratantes de Luis Escaf se vieron en la necesidad de realizar una junta médica con otros especialistas del país. Allí decidieron usar una serie de medicamentos que todavía no se utilizaban pero que generaron el efecto necesario para que Escaf saliera adelante y lo inmunizaran de los dos virus que portaba, como él mismo lo dice.
“Fueron dos dictámenes en uno, pero el tratamiento funcionó y me inmunizaron”.
El especialista le ganó la guerra al coronavirus después de varias batallas en las que perdió más de 10 kilos y requirió de una recuperación de dos meses.
Recalca que nunca tuvo “miedo”, siempre fue optimista.
“Mi personalidad es ser muy optimista, cuando me dijeron que había que intubarme yo le dije al médico que hiciera lo que tenía que hacer. No tengo miedo de nada porque sé que estoy en buenas manos”.
Luego de su recuperación el oftalmólogo quiso retribuir, agradecer y hacer un reconocimiento al personal de la salud de las entidades públicas y privadas de la ciudad de Barranquilla que se encuentran en la primera línea de atención del Covid-19, donando cirugías refractivas.
“Regalamos cirugías para quitarle las gafas y aquellos que no eran aptos les dimos lentes de contacto. Logramos realizar al menos 30 cirugías y entregar 100 pares de lentes de contacto. Fue una campaña muy bonita y era lo mínimo que podíamos hacer por los colegas”, dijo Escaf.

‘Vamos a Transformar una Vida’ es una campaña liderada por el oftalmólogo y la Clínica Oftalmológica del Caribe en su aniversario número 35, la cual estará enfocada en ayudar a personas que no tengan acceso a seguridad social y tengan problemas oculares.
“Nosotros permanentemente estamos haciendo una campaña social y la clínica se ha convertido en un referente en la parte oftalmológica de educación e innovación, es un placer ayudar al prójimo; esta campaña es en compañía de otras fundaciones para que ellos nos ayuden a identificar a la persona que de verdad necesita esta ayuda”, explicó el especialista.
El galeno, reconocido por obras benéficas como esta y entregas de juguetes en la época de Navidad a niños de escasos recursos, dijo que este año decidió cambiar los presentes por alimentos que en la actualidad son más necesarios.
“Este año ha sido un año duro. Desde que inició la pandemia hubo que hacer muchos reajustes (en su organización clínica) pero sin despedir a nadie. A pesar de eso seguimos con el proyecto y entregamos mercados, porque más que juguetes en este momento necesitamos tener la barriga llena y es lo que más necesitan las personas”.
La pandemia no frenó el ímpetu emprendedor del doctor Escaf. Este 29 de diciembre abre sus puertas ‘Sala Azul’ en el Mallplaza, una nueva apuesta tecnológica para la oftalmología en Barranquilla que está catalogada como una de las mejores consultas externas en Latinoamérica.
Con más de 30 años de servicio y experiencia, el oftalmólogo dice sentirse muy orgulloso de este nuevo proyecto que está a punto de iniciar y que fue realizado “para el bienestar de los barranquilleros y de la Costa Caribe”.
“Estamos muy orgullosos de abrir esta nueva sede, es muy tecnológica y con mayor comodidad desde el parqueadero. Lo más importante es que estará abierta los 365 días del año porque aquí no hay ese servicio por si cualquier urgencia oftalmológica. Queremos seguir trabajando e innovando por la región y por la gente”, reiteró el especialista.
Luis Escaf no se cansa de agradecerle al personal de la salud que estuvo a cargo de su proceso y que vestidos de blanco siguen dando la batalla en la primera línea de atención en el Atlántico, Colombia y el mundo. Recalcó que gracias a ese trabajo muchas familias pueden celebrar completos esta temporada decembrina, decir, como él, que derrotaron a la Covid-19, aunque aún no se puede cantar victoria, no se permite bajar la guardia.