Así como la Selección Colombia en estos momentos se está jugando su clasificación al Mundial de Catar el próximo año, los precandidatos y candidatos presidenciales también se juegan su paso a la siguiente ronda, que les permita llegar a la Casa de Nariño en el 2022. Al igual que sucede con las eliminatorias -que en el caso de la Selección Colombia tendrá un partido decisivo hoy en Barranquilla contra la Selección de Brasil- los aspirantes a suceder a Iván Duque tendrán que sortear duros escollos para culminar con éxito sus campañas.
Y en ese sentido -al igual que en la eliminatoria a Catar 2022- hay candidatos que se muestran imbatibles en las encuestas, otros que empiezan a ser considerados como verdaderas revelaciones y otros que tienen pocas probabilidades de éxito, como ocurre con Venezuela y Bolivia en las eliminatorias.
En lo que tiene que ver con la campaña presidencial, el caso más llamativo es el del Pacto Histórico, donde Gustavo Petro -como Brasil en las eliminatorias- luce imbatible. Ninguno de los demás precandidatos -Francia Márquez, Roy Barreras, Alexander López y Luis Fernando Velasco, entre otros- tiene en estos momentos músculos electorales suficientes como para comprometer la candidatura presidencial de Petro, quien recorre las plazas públicas del país en plan de candidato, pero sin decir que lo es para evitarse líos con las autoridades electorales. Petro camina como pato, nada como pato, grazna como pato y vuela como pato, pero él sostiene que no es un pato. No todavía.
Por los lados del Centro Democrático, partido de gobierno, la fuerza que ha tomado en las últimas semanas la candidatura de la senadora María Fernanda Cabal hace pensar que la 'clasificación' del aspirante presidencial del uribismo será mucho más reñida de lo que se pensaba. El discurso frentero, directo y sin filtro de Cabal ha logrado calar muy fuerte en las bases del partido que sigue las directrices del ex presidente Álvaro Uribe. Cabal está diciendo lo que tanto el uribismo como buena parte del país quieren oír. Y eso en política y sobre todo en una campaña electoral es un factor determinante.
La situación de la Coalición de la Esperanza -que venía muy bien en la 'eliminatoria- parece que empezó a complicarse por cuenta de los asuntos internos de los partidos que la integran, en especial el Partido Verde, uno de sus grandes soportes. En términos futboleros podría decirse que la Coalición de la Esperanza ha cedido muchos puntos de local.
Los partidos tradicionales -Liberal y Conservador- viven momentos bien distintos. El primero afronta una situación nada fácil por cuenta de la decisión de su jefe -el ex presidente César Gaviria- de jugársela toda por la candidatura del ex ministro Alejandro Gaviria, quien prefiere -por lo pronto- apostarle a la recolección de firmas. Este comportamiento del jefe deja en una situación muy incómoda a otros precandidatos del partido, como el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, quien decidió tomar las banderas de la defensa de las regiones -tema que maneja muy bien- como eje central de su campaña.
En lo que tiene que ver con los conservadores, todo parece indicar que el ungido será el senador cordobés David Barguil, quien contaría con la aprobación del jefe del partido, Omar Yepes Alzate y de la mayoría de los parlamentarios. La decisión dejó como gran damnificado al senador Efraín Cepeda, quien encabezará la lista al Senado.
Pero la decisión de Yepes y los parlamentarios también afecta las legítimas aspiraciones de los ex ministros Juan Carlos Echeverry y Mauricio Cárdenas. De hecho, el primero de ellos recorre país recolectando firmas para inscribirse. Cárdenas también ha manifestado estar preparado para gobernar a Colombia.
El ex ministro Alejandro Gaviria y el ex alcalde de Medellín Federico Gutiérrez -cada uno por su lado- también le apostaron a la recolección de firmas.
En términos futboleros, tanto Gaviria como Gutiérrez, están en la mitad de la tabla de clasificación.
¿Cómo va, pues, la eliminatoria presidencial?