ArchivoEmilio Tapia en una de sus diligencias judiciales.El polémico contratista cordobés Emilio Tapia, presunto implicado en el escándalo de corrupción del ‘carrusel’ de la contratación en la capital del país, estuvo de rumba en la anterior temporada de fin de año y tendría, además, impresionantes bienes y una cuenta en Suiza.
Así lo revela la más reciente edición de la revista Semana, que señala que el ‘puente’ clave entre los hermanos Samuel e Iván Moreno y los contratistas para el pago de sobornos “se está dando la buena vida”.
El sahagunense, en las pasadas fiestas de corralejas del 20 de Enero en Sincelejo, fue visto por todos los asistentes en los tendidos.
“Por todos lados se paseó con Eileen Roca, la señorita Colombia 2006. Los vieron en la fiesta del Club Sincelejo, también en el casetón de la avenida Ocala, donde Poncho Zuleta le mandó un saludo diciendo “aquí está el hombre de las vías, el hombre de las carreteras de este país”, se lee en la publicación capitalina.
Así mismo, se les vio en un concierto de Iván Villazón y en otro de Silvestre Dangond, quien lo saludó en una canción diciéndole que “y si ellas (las mujeres) quieren... cómo se hace”.
También se cuenta que estuvo en Cartagena y Bogotá con su nueva novia, Natalia Morales, por quien dejó recientemente a su esposa Astrid Sofía Hoyos, con quien llevaba cuatro años de casado.
Se revela, además, que, precisamente, gracias a su divorcio, se han conocido algunas de sus propiedades como dos sociedades —Grupo Aliar, constituida con 100 millones de pesos, y Criadero Rancho La Fe—, así como una cuenta en un banco en Suiza, abierta con 50 mil dólares, y un apartamento en Miami.
Por otra parte, en su declaración de renta de 2010 aparece un patrimonio de cerca de 1.000 millones de pesos y una colección de relojes de más de 400 millones de pesos.
El caso Julio Gómez
Polémica. La última polémica del ‘carrusel’ de la contratación de Bogotá se vivió con la decisión del juez 40 de Conocimiento, Alexánder Díaz, quien determinó que el polémico contratista Julio Gómez debe permanecer en libertad, gracias al preacuerdo con la Fiscalía General de la Nación, por los delitos de peculado por apropiación, concierto para delinquir e interés indebido en la celebración de contratos, por los cuales se podría establecer una pena probable de 36 meses (3 años).
Bogotá.
