Si bien políticas dirigidas a capacitar recurso humano colombiano en universidades internacionales de alta calidad es fundamental para el desarrollo y la innovación en el país, también es cierto que deben enfocarse políticas a promover el retorno de estos y de los cerebros brillantes que decidieron establecerse en el exterior.
En este sentido, los mayores obstáculos se encuentran en crear incentivos en términos de salarios y desarrollo profesional que estos colombianos reciben en países como Estados Unidos.
Una de las medidas más prácticas para retener el talento es crear un sistema de becas sólido. En Chile, por ejemplo, muchas de las becas de formación doctoral tienen la condición de retornar a trabajar al país durante cierto tiempo una vez que finaliza la ayuda económica. De esta manera se asegura el regreso de capital humano, vital para el desarrollo y la innovación.
Países de Asia como China, India o Corea del sur, permiten el desarrollo profesional de sus mejores cerebros debido a la fuerte inversión que realizan en ciencia, tecnología e innovación, lo que crea un escenario atractivo para el retorno del capital humano ya formado.
Pero no sólo se requieren políticas que permitan el retorno, también es necesario garantizar la participación amplia de las regiones en el otorgamiento de becas de posgrados. Mientras en Bogotá 35 de cada 100 mil habitantes fueron beneficiarios del programa de becas de Colfuturo, departamentos como Atlántico y Bolívar solo participaron con 5,6 y 4 estudiantes por cada 100 mil, respectivamente.
Además de lo anterior, muchas de las becas que se otorgan en las regiones se entregan a personal oriundas de la capital. El caso más crítico es el de San Andrés y Providencia, donde aparentemente se benefician 16,4 personas de cada 100 mil; sin embargo, cerca del 80% de los beneficiarios de este departamento no pertenecen ni siquiera a la región Caribe.
Aunque la crisis económica, especialmente en Europa, ha forzado el retorno de muchos colombianos; también es de esperarse que sus políticas de inmigración se flexibilicen hacia los cerebros más destacados como lo pretende actualmente Estados Unidos, algo que ya hizo al final de la segunda guerra mundial cuando llevó a su país los científicos más importantes del mundo, incluido Albert Einstein.
Es importante entender que en el conocimiento está la clave para alcanzar mejores niveles de desarrollo y gran parte de la explicación actual de la riqueza de las naciones y regiones.