
Los miembros de la fuerza pública y población campesina son las principales víctimas de las minas antipersonal que han sembrado las organizaciones terroristas en el ámbito rural colombiano. Por ello, la Fundación Colombia Ganadera, Fundagán, entregará desde el 4 abril una vaca preñada a cada uno de esos soldados de origen campesino afectados por las minas y que retornan al campo, con el propósito de extenderles una mano solidaria y brindarles herramientas productivas para ellos y sus familias.
Las entregas corresponden al compromiso del gremio ganadero con la población más vulnerable del campo colombiano.
Fundagán realiza cada dos años una gran cena gourmet, en donde empresarios, entidades del sector público y ganaderos, se reúnen para apoyar al programa 'Una vaca por la paz' que fortalece el tejido social rural, brindando opciones desde la ganadería a los pequeños productores que se encuentran por debajo de la línea de pobreza y que pueden hallar en esta actividad un medio digno de subsistencia.
'Cuando una persona y, en especial, un soldado de origen campesino, ha sobrevivido a una mina antipersonal y retorna al seno de su familia en el campo, ello nos obliga como ganaderos y como sociedad civil, a apoyarlo. Por esta razón desde la fundación les entregaremos una semilla, semilla con la que los soldados han tenido relación desde su infancia porque entendemos el significado de progreso y multiplicación que representa la vaca para él y su familia', explicó María Fernanda Cabal, presidenta de la Fundación Colombiana Ganadera.
La entrega de las vacas preñadas que comenzará el 4 de abril, beneficiará a cincuenta y dos miembros de la fuerza pública en doce departamentos (Antioquia, Atlántico, Bolívar, Cundinamarca, Boyacá, Córdoba, Huila, Meta, Santander, Sucre, Tolima, Quindió y Valle del Cauca). Para los beneficiarios la vaca es un apoyo en el desarrollo y bienestar de su entorno familiar porque les da la posibilidad de convertirse en pequeños productores, proveer el autoconsumo de leche, al tiempo que les permite iniciar procesos de generación de ingresos que en algo ayudan al mejoramiento de su calidad de vida.
Para el soldado profesional Elkin Darío Galeano Cano, quien sobrevivió a una mina antipersonal, la entrega de la vaca es una buena noticia, porque 'saber que voy a recibir una vaca y que viene preñada es como recibir dos regalos; la moral es alta y aunque sé que no voy a ser yo quien la ordeñe por la limitación que hoy tengo, sí nos vamos a alimentar mejor con leche que nos va a dar'.
Gracias al apoyo de Fedegán, los soldados y las familias beneficiarias, contarán con un acompañamiento técnico durante cinco años para mejorar sus sistemas productivos y aprender sobre buenas prácticas ganaderas.





















