La expectativa que reinó durante el anunciado día en que se firmaría la paz fue diluida al rededor de las 7:15 p.m. con las esperadas declaraciones de Humberto de La Calle, jefe negociador del Gobierno, en las que afirmó que 'todavía subsisten diferencias importantes con la guerrilla de las Farc sobre temas de fondo'.
Si bien la firma de un acuerdo final estaba descartada de plano, y el anuncio del cese al fuego se veía lejano, durante el día se especuló por un pronunciamiento que indicara una nueva hoja de ruta en las negociaciones que se adelantan hace tres años en La Habana.
'No estarán las partes indefinidamente en La Habana', dijo De la Calle frente a la posibilidad de un nuevo plazo.
El jefe negociador del Gobierno reconoció la imposibilidad de llegar a un acuerdo en la fecha pactada y destacó que la voluntad del Gobierno es poder alcanzar un 'buen acuerdo, el mejor acuerdo posible para los colombianos, porque es a ellos a quienes nos debemos y trabajamos desde hace tres años y medio'.
Quizá el tópico más recurrente en el discurso de De La Calle fueron las referencias al proceso de desarme, desmovilización y tránsito a la vida política de las Farc, dejando entrever que este pudo ser el principal motivo que trabó la negociaciones e imposibilitó cumplir los plazos.
El requisito, dejación de armas
De la Calle señaló que un 'buen acuerdo' debe ser aquel que ponga orden al proceso de dejación de armas y que este es el requisito exigido por el Gobierno para iniciar la implementación del acuerdo de participación política y para que las Farc puedan acceder a los beneficios de la justicia transicional.
Esta dejación debe tener plazos fijos y sin zonas grises, 'sin mezcla de armas con política'.
Reiteró que se hará ante el componente internacional. 'No puede quedar duda alguna sobre la decisión de desechar las armas, proceder a su destrucción, clausurar las fábricas de armamento no convencional y abstenerse de nuevas compras de armas y pertrechos'.
Garantías y hoja de ruta
Frente a las garantías de seguridad que tendrá la guerrilla una vez deje las armas, De La Calle afirmó que es un compromiso del Gobierno velar por 'protección jurídica y física a las Farc, pero estas tienen que garantizarle a la sociedad civil que se incorporarán leal y limpiamente a la vida civil'.
Afirmó que no se ha descartado la propuesta presentada por los militares activos que integran la subcomisión técnica del fin del conflicto, en cabeza del general Javier Flórez, y que por el contrario esta tiene el respaldo del Gobierno.
Al respecto, ‘Iván Márquez’, jefe negociador de las Farc, en declaraciones entregadas después que su homólogo del Gobierno, sostuvo que la guerrilla entregó una hoja de ruta con requisitos y tiempos definidos para terminar las conversaciones en el 2016.
Así mismo, matizó el hecho de no poder cumplir con la fecha del 23 de marzo para firmar la paz afirmando que no se pudo cumplir 'por las exigencias lógicas de una prolongada guerra que nos ha llevado a participar decididamente en la hoja de ruta que esperamos sea acordada durante el próximo ciclo de negociación'.
Farc dejarían de ser terroristas
El secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, afirmó en entrevista concedida a la cadena Univisión, que su país consideraría retirar a las Farc de la lista de organizaciones terroristas luego de que estas firmen la paz con el Gobierno colombiano.
'Si es apropiado, absolutamente. Haremos el juicio y eso es algo que nosotros analizamos de manera continua. Si hay un acuerdo de paz y las Farc ya no están vinculadas a actividades terroristas, serán tomadas las acciones apropiadas', indicó el jefe de la diplomacia norteamericana.
A pesar de reconocer los avances en la negociación afirmó que los acuerdos 'no están listos todavía. Aún hay que negociar algunos asuntos difíciles'.