Nelson González y Gladys González, de 59 y 55 años, son una pareja de colombianos que residió durante 35 años en el estado de California, Estados Unidos, y ahora hacen parte de la larga lista de ciudadanos extranjeros que serán deportados por las nuevas políticas migratorias impuestas por el presidente Donald Trump.
Durante las tres décadas en el país norteamericano, los González intentado legalizar su situación migratoria; sin embargo, nunca encontraron una respuesta exitosa, a pesar de los contantes intentos ante las autoridades correspondientes.
Mientras cumplían el popularmente llamado ‘Sueño Americano’, los colombianos tuvieron a sus tres hijas y hasta se convirtieron en abuelos en suelo estadounidense, pero todo cambió en el pasado mes de febrero cuando decidieron ir a preguntar sobre alguna novedad en su proceso migratorio.
En ese momento, Nelson y Gladys fueron detenidos por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), y desde han tenido que vivir una terrible pesadilla. De acuerdo con las declaraciones realizadas por sus hijas a la cadena KTLA, los colombianos fueron “maltratados” y “esposados”.
“Fueron esposados de pies y manos antes de llevarlos a uno de esos centros de detención”, comentaron las denunciantes.
Según informó ICE, los colombianos se encuentran bajo custodia en un centro de detención en Luisiana, y enfrentan una deportación programada para finales del presente mes, por violar las leyes de inmigración.
“Me rompe el corazón porque mis padres son buenas personas y no merecen esto”, dijo Stephanie González, hija de la pareja.
“Esta cruel e injusta situación ha destrozado a nuestra familia emocional y económicamente. Cada día que permanecen detenidos es uno más que les roban a su familia, a su comunidad y a su hogar”, expresaron familiares a través de GoFundMe.
Según información publicada por ‘La FM’, una corte de apelaciones había confirmado a la oficina de registro que los colombianos habían agotado todas las opciones legales para quedarse en Estados Unidos entre marzo del 2000 y agosto de 2021, por lo que permanecían de manera irregular.
Asimismo, las hijas de los González aseguraron que sus padres fueron mal asesorados y que siempre mostraron su buena voluntad para continuaban compareciendo en busca de formalizar su estadía.