Nunca rendirse y ser positiva, el lema de la futbolista Lizeth Torres
La joven deportista de 21 años logró superar muchas barreras y cumplir su sueño de ser profesional. En la actualidad milita en el Junior de Barranquilla.
Alegría. Su fútbol denota esa palabra, cada vez que le da un toque al balón, hace la famosa ‘21’ o simplemente pisa un terreno de juego, sus ojos brillan más de lo normal, una sonrisa radiante se forma en su rostro que evidencia toda esa ilusión de lo que alguna vez soñó y hoy día se está volviendo realidad: el de jugar fútbol a nivel profesional.
Ella es Lizeth Torres Julio, una joven que nació hace 21 años en Guacamayal, Zona Bananera, Magdalena, en una familia humilde, pero echada para adelante. Por muchos años estuvo en la disciplina del atletismo, viajó por algunas ciudades del país y ganó varios reconocimientos, pero en su radar siempre estuvo presente la pelota, esa que besa con cariño y pasión. Ahora es su compañera más fiel.
“Yo no jugaba fútbol en realidad, era atleta. En este deporte con el colegio estuve siete años, fui a Bogotá, a Cali y varias partes, a su vez me gustaba el fútbol, pero no lo entrenaba. En los campeonatos de la escuela salía de goleadora y yo digo que eso es algo innato”, dijo de entrada en charla con EL HERALDO la futbolista del Junior femenino.

Luego de terminar el bachillerato en la Institución Educativa Departamental Macondo, Torres Julio tomó la decisión de dejar el atletismo y dedicarse totalmente al balompié y probar suerte. Les informó a sus padres Raquel Isabel y Jorge, que su sueño más grande era vestir los colores de un equipo profesional. Éstos la apoyaron sin pesarlo.
“Mi papá y mi mamá me apoyaban en todo. Una vez les dije: ‘voy a jugar fútbol ahora y me voy para Santa Marta’. Ellos me dijeron ‘mijita’ si a usted le gusta el fútbol, pues hágale con ganas”, contó con una gran una ilusión al revivir aquel momento.
Su aventura en Santa Marta no fue fácil, tuvo que luchar y esforzarse para conseguir todo lo que siempre anheló. No tenía dónde quedarse, ni los implementos necesarios para jugar, pero en ‘La Perla de América’ se encontró con “un ángel” que la supo guiar en pro de conseguir sus objetivos. No sólo le ayudó en su formación en el fútbol, sino que fue su apoyo incondicional.
“Fue difícil porque no tenía un par de guayos, no tenía nada, todo me tocaba duro allá. Después conocí al profesor Adolfo Mario Campo Mattos que me apoyó en todo, me dio alojamiento en su casa. Iba poquito a poquito saliendo, él me ha ayudado por el lado deportivo. Fue duro, pero a pesar de eso nunca me rendí, seguía metiendo, incluso había algunos que tenían todo para jugar y no lo hacían; y yo, que no tenía nada le metía, porque decía que algún día iba a salir y aquí estoy”, relató muy orgullosa Lizeth al ver que el sacrificio ha empezado a dar sus frutos.

Jugó en la Escuela Proyecto F, en la Liga del Magdalena, en donde “la trataron súper”. Allí pulió su táctica y técnica con el balón, en los torneos que disputaron salía bien librada, goleadora. Su llegada al Junior se dio por medio de una veeduría, en la que participó con su equipo en la cancha de Bomboná.
Ella “metiéndole”, mostrándose y con ese ímpetu de vencer logró pasar las pruebas y finalmente fue aceptada para hacer parte de la plantilla de ‘Las Tiburonas’, que actualmente militan en la Liga femenina 2022. “Gracias a Dios se dio, estoy muy contenta y vamos pa’ lante”.
“Es una chica encantadora, su personalidad es realmente arrolladora, le ha aportado al equipo muchísima alegría, swing, porque es la que siempre está al frente de todas las coreografías del equipo. Una risa que es contagiosa, una suspicacia que la hace una chica especial y como futbolista enamoró en las veedurías. Es veloz, potente, tiene una técnica, una buena destreza con el balón y seguramente muy pronto va a ser protagonista en la Liga femenina 2022”, agregó Yinaris García, entrenadora del cuadro barranquillero.

Esa velocidad que aprendió durante esos siete años en el atletismo es una de sus virtudes ahora en el fútbol. Cada que toma arranque para darle un toque al balón en la práctica se notan esas ganas de mostrar su talento. La acompaña de su sonrisa, su positivismo, y siempre, uno que otro baile.
Aunque la “‘seño’ (La DT Yinaris García) siempre está detrás de mí riéndose, trato de ser lo más humilde en todo sentido”. En el plantel la recibieron con los brazos abiertos y se ha adaptado poco a poco, todos le han ayudado en mejorar sus habilidades.
“Lizeth es una chica que a su corta edad tiene muy claras sus metas, es de un corregimiento bastante humilde del Magdalena, pero pese a eso ha sido muy profesional y estamos apoyándola en todo sentido para que su calidad y su nivel se potencie y pueda, por qué no, estar proyectada a una Selección nacional o a un equipo internacional”, sostuvo García.
El preparador de arqueros de ‘Las Tiburonas’, Anderson Díaz, también resaltó el espíritu de resiliencia de la deportista magdalenense. “Es una gran profesional, una persona de admirar y que tenemos el gusto de tenerla acá. Disfruta lo que está haciendo y tiene todo nuestro apoyo”.
Dentro de la cancha “se siente feliz” y aunque muchos le dijeron que no “iba a cumplir su sueño” allí está en Junior porque nunca se rindió. Como lo dice ella: “Uno tiene que tener claro que el cansancio no es nada, hay insistir y nunca desistir”.
El fútbol femenino no es fácil y ellas luchan cada día por tener más igualdad, una Liga más larga y competitiva, para que los nuevos talentos que lleguen puedan disfrutar de ese amor por la pelota, pero a su vez que sea bien correspondido en todo los sentidos.
“No es fácil para nosotras las mujeres jugar al fútbol, pero luchando, guerreando ahí estamos, para que tengamos las mismas condiciones de los varones; haciendo lo que a uno le gusta. Aunque algunos no estén de acuerdo con la Liga femenina porque creen que los hombres son los únicos que pueden jugar, las mujeres también podemos. Nosotros jugamos fútbol igual a ellos, en una cancha como ellos; todo tiene que ser igual”, expresó.

“Lizeth es el ejemplo de muchas chicas, hay muchas como ella que sueñan, que ven esto como una oportunidad de vida, que realmente creen y trabajan para que las condiciones de ellas mejoren en un futuro, porque tengan mejores garantías y esa brecha del fútbol masculino y femenino se corte y pueda haber fútbol femenino como debe ser y como se está haciendo en otras partes del mundo”, complementó Yinaris García.
La joven deportista disfruta esta oportunidad que le dio la vida, alega que en un futuro no muy lejano quiere ir a la universidad y estudiar Educación Física. Sueña con vestir los colores de la Selección Colombia femenina, y les deja un claro recado a las nuevas generaciones de mujeres.
“Les digo a las chicas que no se rindan, que es duro, pero que tengan en la mente que pueden, como los hombres pueden, nosotras también podemos. Nosotras somos unas guerreras”, concluyó Lizeth.