El discurso visual de Kamala. Para su discurso de victoria, tanto Kamala Harris como Jill Biden, la nueva primera dama, vistieron de firmas fundadas por latinos. Una vestía de Carolina Herrera y la otra de Oscar de la Renta, respectivamente, cosa que pudo interpretarse como un apoyo a la comunidad de inmigrantes.
La gorra de Trump. La gorra roja de Trump con el lema “Make America Great Again” es uno de los más grandes distintivos estilísticos de sí mismo, por eso es que la fotografía en donde se le ve de regreso a la Casa Blanca con ella empuñada, se entendió como una expresión de derrota.
La respuesta a Melania. La imagen de una mujer votando con una parka similar a la controvertida que usó Melania Trump, pero con un lema distinto, se viralizó rápidamente en redes sociales. La chaqueta se convirtió en un mensaje que no necesitó de argumentación alguna.
El tapabocas, gran protagonista. El tapabocas pasó de ser un simple escudo contra el virus a una prenda de estilo y enunciación política que marcó la contienda electoral. También llegaron los de quienes apoyan el movimiento Black Lives Matter y otros con los colores de la bandera LGBTQIA+.
El poder de la moda en una contienda electoral
Estas son las piezas que predominaron antes, durante y después de las elecciones presienciales de los Estados Unidos.