El hospital local de Salamina, Magdalena, se salvó de ser intervenido por la Superintendencia de Salud, luego que el alcalde Luis Ramón Orozco y el gerente del centro asistencial Julio Miguel Patiño Pertúz tocaran las puertas del ente nacional, asumieran compromisos y dieran a conocer avances sobre la gestión financiera adelantada en esta vigencia.
Los desaciertos administrativos acumulados de años dejaron al hospital en una precaria condición que pronosticaba una inminente intervención por parte del máximo órgano de inspección, vigilancia y control del Sistema General de Seguridad Social en Salud.